La crema de calabacín es una deliciosa receta que despierta la curiosidad de muchos sobre si se puede disfrutar tanto fría como caliente. La respuesta es ¡sí! Esta cremosa y reconfortante sopa puede servirse caliente durante los días más frescos, ofreciendo un plato reconfortante y lleno de sabor. Por otro lado, cuando el clima se vuelve más cálido, esta crema también puede disfrutarse fría, convirtiéndose en una opción refrescante y ligera para el verano. Sea cual sea tu preferencia, ya sea caliente para calentar el alma o fría para refrescar el paladar, la crema de calabacín siempre será una elección acertada para deleitar tus sentidos. A continuación te enseñamos cómo prepararla.
6Lo siguiente para preparar esta receta de añadir las verduras a una olla con mantequilla y cocinar a fuego bajo hasta que se dore
Continuando con la receta, el siguiente paso consiste en añadir las verduras cortadas (calabacines, nabo y puerro) a una olla con mantequilla derretida. Cocina a fuego bajo durante unos minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las verduras estén doradas y suelten su aroma. Este proceso de dorado realza los sabores y crea una base deliciosa para la crema de calabacín.