La crema de calabacín es una deliciosa receta que despierta la curiosidad de muchos sobre si se puede disfrutar tanto fría como caliente. La respuesta es ¡sí! Esta cremosa y reconfortante sopa puede servirse caliente durante los días más frescos, ofreciendo un plato reconfortante y lleno de sabor. Por otro lado, cuando el clima se vuelve más cálido, esta crema también puede disfrutarse fría, convirtiéndose en una opción refrescante y ligera para el verano. Sea cual sea tu preferencia, ya sea caliente para calentar el alma o fría para refrescar el paladar, la crema de calabacín siempre será una elección acertada para deleitar tus sentidos. A continuación te enseñamos cómo prepararla.
10Por último sirve fría o caliente, como prefieras
Por último, puedes servir la crema de calabacín tanto fría como caliente, según tus preferencias y la ocasión. Si deseas disfrutarla caliente, vuelve a calentarla suavemente antes de servir. Si prefieres una opción refrescante, enfríala en el refrigerador durante al menos una hora antes de servir. Ambas formas son deliciosas y complementan bien esta reconfortante crema de calabacín.