Cuando se estrenó Blade Runner en 1982, pocos pensaron que las predicciones futuristas de la película terminarían siendo realidad. En la película los ingenieros de robots son los responsables de diseñar, construir y mantener replicantes humanoides. En 2023, estas profesiones tienen un equivalente en la industria, donde los técnicos trabajan en el desarrollo de herramientas digitales, como los automatismos o los robots, para diversas aplicaciones industriales y de servicio, además de garantizar su correcto funcionamiento.
La robótica se ha convertido también en un factor clave en la transformación laboral, al impulsar la automatización y la colaboración entre humanos y robots en diversas labores
«Los robots nos liberan de ciertas tareas más tediosas y repetitivas, y permiten que pongamos el foco en aquellas que implican un mayor valor, que son las que solo pueden hacer las personas, y que en la mayoría de los casos están vinculadas a la toma de decisiones de mayor complejidad», explica Emilia Martínez Serrano, directora de Tecnologías para la optimización de activos en Repsol Technology Lab, el centro de innovación de la compañía multienergética.
OTRAS PROFESIONES FUTURISTAS
Los robots que está implementando Repsol en sus operaciones ayudan a optimizar procesos, mejorar la eficiencia, la productividad y garantizar la seguridad.
«Tenemos brazos robóticos y trabajamos con robots logísticos que nos permiten manipular muestras, realizar inspecciones y trabajar en entornos que pueden suponer un riesgo para las personas», añade Martínez Serrano
Un ejemplo de cómo la realidad ha alcanzado –o superado– la ficción son los pilotos de drones que aparecen en Avatar (2009). La película de James Cameron presenta un mundo en el que los seres humanos controlan drones para explorar y colonizar planetas distantes.
Hoy en día, los especialistas en drones son empleados en una variedad de actividades, desde la fotografía aérea y la agricultura de precisión hasta la inspección de infraestructuras. Otro filme mucho más reciente que se adentra en el uso de los drones es Top Gun: Maverick (2022). La obra invita a reflexionar sobre el papel de los humanos en una era cada vez más tecnológica.
Otras profesiones futuristas que parecían exclusivas de las películas de ficción y que hoy ya están implementadas en las empresas son los especialistas en exoesqueletos, como los que aparecen en Aliens (1986), The Matrix Revolutions (2003) o Iron Man (2008).
En la industria logística se utilizan exoesqueletos para mejorar la fuerza y la resistencia de los trabajadores en tareas de carga y descarga, reduciendo así el riesgo de lesiones y aumentando la seguridad y la productividad.
Una de las empresas que está introduciendo de forma progresiva robots autónomos en sus centros logísticos es Amazon, mientras que otras compañías –principalmente del sector de la automoción– como Ford, Audi o General Motors, utilizan o están probando exoesqueletos o han introducido trajes biónicos en algunas de sus cadenas de montaje para evitar que sus empleados se lesionen mientras trabajan.
IA PARA MEJORAR LA TOMA DE DECISIONES
La inteligencia artificial (IA) –sí, como aquella cinta de Spielberg en 2001– se ha convertido en una herramienta fundamental en muchas industrias. Las más conocidas son las empresas que desarrollan la IA conversacional, los chatbots con los que se puede interactuar, pero compañías de todos los sectores están explorando distintas aplicaciones de IA generativa en procesos en los que podría aportar un valor diferencial tanto para la empresa como para las personas.
«Los nuevos avances en el desarrollo de la IA generativa suponen un potencial sin precedentes para transformar la capacidad productiva de las empresas y de sus empleados», destaca Juan José Casado, director de Data y Analytics de Repsol.
La IA ayuda a obtener y clasificar la información para una mejor toma de decisiones, gestión y generación de documentación
La IA ayuda a obtener y clasificar la información para una mejor toma de decisiones, gestión y generación de documentación. También sirve a la creación de contenido multimedia, el desarrollo de asistentes inteligentes o la generación de código para programar soluciones tecnológicas, entre otras.
Sin embargo, «el reto en la industria no está tanto en cómo incorporar los robots a los procesos sino en cómo vamos a trabajar en nuestro día a día colaborando con nuevos robots dotados de IA», concluye Martínez Serrano.
Veremos si los asistentes virtuales y bots con capacidad de conversación cada vez más «humana», evolucionan hasta el nivel de Her (2013), película en la que el protagonista se enamora de la voz femenina de un nuevo sistema operativo. Mientras tanto, el mundo laboral evoluciona, ya que siguen surgiendo muchas profesiones y oportunidades de negocio para convertir en cotidiano lo que hasta hace poco era ficción.