Si tuviéramos que elegir un único escaparate de la industria de la moda a nivel mundial ese sería sin duda la Met Gala, evento elegido por los prescriptores de estilo para mostrar las tendencias más rompedoras de la temporada. Celebrada el primer lunes de mayo, la Met Gala 2023 nos ha confirmado que las perlas jugarán un papel muy importante entre los accesorios ideales para esta temporada.
A día de hoy las firmas de moda nos ofrecen numerosos complementos originales y elegantes realizados con perlas perfectos para marcar la diferencia en nuestros outfits. Pero, ¿sabrías distinguir si tus perlas tienen un origen natural o si se trata de una falsificación? El siguiente truco, muy popular en redes sociales, te aportará todo lo que necesitas saber para salir de dudas.
2Diferencias entre perlas auténticas, cultivadas y sintéticas
Además de esta sencilla diferencia que podemos ver entre las perlas de gama alta y las falsas, nos será muy útil conocer las principales diferencias entre las perlas naturales, las cultivadas y las sintéticas.
Las perlas auténticas, también conocidas como naturales porque la mano del hombre no interviene en su formación, son las que “nacen” dentro de un molusco (habitualmente las ostras). Este proceso comienza con la introducción de algún objeto que la ostra reconoce como extraño (un parásito, un grano de arena, etc.), dentro de su concha. Para protegerse de este “ataque” proveniente del exterior, el molusco comenzará a secretar una sustancia orgánica llamada nácar, la cual cuenta con propiedades regeneradoras y reparadoras. Es precisamente esta sustancia, segregada en forma de esfera, la que dará lugar a la perla.
Al ser un proceso completamente natural, las perlas resultantes de este proceso tendrán diferente forma, peso, tamaño y color entre sí. La formación de una perla natural puede durar varios años y es realmente complicado conseguir un collar en el que todas ellas sean muy parecidas, de ahí su elevado valor económico.
Cuando hablamos de perlas cultivadas nos referimos a perlas criadas en piscifactorías o “granjas de perlas”, la mayoría provenientes de países asiáticos. Para conseguir estas perlas, se interviene en su entorno tratando de facilitar la introducción de algún agente exterior extraño (normalmente parte del tejido de otro molusco) que facilite la formación natural de nácar por parte de la ostra.
Que sean cultivadas no significa que no sean naturales, ya que siguen siendo extraídas de estos animales, habitualmente ostras. Su precio es algo más bajo que el de las perlas auténticas, ya que el hecho de ser criadas por el hombre hace que sea mucho más sencilla la tarea de recolectarlas.
Por último, también podemos encontrar en el mercado las perlas sintéticas, mucho más fáciles de hallar y con un coste bastante más económico. También llamadas perlas artificiales (debido a que son íntegramente fabricadas por el hombre, sin la intervención del molusco en absoluto), son de un tono más amarillento que las anteriores, tienen un mayor brillo y se deterioran con más facilidad.
Este tipo de perlas no están compuestas de nácar, sino que en su mayoría se fabrican con resinas u otros materiales similares. Al ser totalmente artificiales suelen tener una forma totalmente perfecta y similar entre ellas.
Ahora que conoces las principales diferencias entre estos tres tipos de perlas te será más fácil adquirirlas con mayor confianza y evitarte el problema de comprar complementos hechos a base de perlas artificiales a precio de perlas naturales.