La Ministra de Hacienda María Jesús Montero ha asegurado que las medidas anticrisis aprobadas se van a mantener más allá del 30 de junio si la inflación sigue y no cambien a unos precios ‘más adecuados’ los productos alimentarios. Una medida que muchos ven cómo electoral de parte del Gobierno y que podría cambiar tras las elecciones del 23 de julio de 2023.
De acuerdo con los últimos datos desagregados del IPC publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de los alimentos subió en abril un 12,9% en tasa interanual. Aunque esta tasa es más de 3,5 puntos inferior a la de marzo, el precio de los alimentos todavía sigue subiendo a tasas de dos dígitos.
El 1 de enero, el Gobierno aprobó una reducción del IVA para 15 alimentos, lo que supone el 35% del presupuesto familiar en comida con el objetivo de reducir el impacto inflacionista de la guerra de Ucrania en los hogares españoles. Las últimas medidas para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y el incremento de precios incluye una rebaja del IVA del 10% al 5% para productos como aceite y pasta y una eliminación del IVA del 4% que se aplica a todos los alimentos básicos que sean de primera necesidad.
La medida, que ha tenido un coste de 254 millones de euros solo en los meses de enero y febrero, arroja como resultado que, de los 15 alimentos con reducción fiscal, 4 tuvieron en mayo un precio inferior al de diciembre, antes de que la reducción se pusiese en marcha.
MEDIDAS QUE NO SIRVEN PARA REDUCIR EL PRECIO DE LA ALIMENTACIÓN
El Gobierno ya ha reconocido que la medida no sirve para reducir el precio de los productos de alimentación (que sube en mayo un 12% en términos interanuales), sino para minimizar el incremento. El sector de alimentos y bebidas alcohólicas que incluyen muchos más productos que los amparados por la rebaja fiscal, el precio ha aumentado un 4,1%. Si no tuvieran apoyo fiscal ese 4,1% sería un 5,4%.
Si analizamos los productos que el Gobierno ha querido paliar su subida nos encontramos las legumbres y las hortalizas congeladas que son un 1,6% más baratas, las harinas y otros cereales un 1,8% menos y la leche desnatada que nos cuesta ahora un 0,5% menos. El problema está que el cliente final cuando va al supermercado está pagando lo mismo que si esta medida no existiese, ya que los intermediarios son los que aumentan el precio y eso es que perciben los consumidores cuando hacen la compra en las cadenas alimentarias.
Uno de los alimentos con mayor efecto inflacionario son las patatas, su precio en mayo era de un 12,2% superior al 1 de enero, pero sin la medida el alimento hubiese aumentado un 16%, y es de los alimentos, la segunda mayor subida en los cinco primeros meses del año después de los helados, estos no cuentan con descuento y su precio sigue en subida.
Las legumbres y las hortalizas frescas también se han disparado en lo que va de año y se sitúan en un 13,2%, bien es cierto que contando con la supresión del pago del IVA esto se dispara a un 9%. El arroz también entra dentro del listado de alimentos subvencionados que sin la medida estaría en un 11,5% pero ahora mismo se sitúa en un 7,4%.
EL ACEITE DE OLIVA ‘PROTEGIDO’ POR EL GOBIERNO
El aceite acumula un 62% de encarecimiento de media respecto a la campaña anterior. Un producto que está sufriendo un proceso especulativo exponencial que se inició con el Covid-19. La corrección del precio es débil, si se tiene en cuenta la subida que lleva acumulada este alimento elaborado desde la pandemia. En abril de 2023 se produjo una reducción del 26,7%, por la comparación fuertísima de la subida que tuvo el mismo mes de 2022.
En mayo el aceite de oliva ha agudizado una bajada exponencial del 32,6%. Estamos hablando de un producto que antes no te costaba más de 4 euros y en este año estábamos llegando a pagar por una botella de aceite de oliva mínimo 5 euros y máximos de 9 euros.
Desafortunadamente, este año la sequía ha provocado la subida del aceite debido a los costes de producción. La falta de lluvias esperadas en el país está perjudicando uno de los productos agrícolas más importantes de España. Se está vendiendo calidad a un precio estratosférico y que pone en peligro que en las mesas de los españoles falte el oro líquido. Un producto que antes estaba al alcance de tu mano y a un precio razonable ahora mismo no podemos pasar por el pasillo del aceite sin asustarnos.