Las subidas de tipos de interés que realizaron los bancos centrales durante 2022 provocaron que las carteras de inversión de las aseguradoras españolas se hayan contraído un 15,5% respecto al año anterior, según consta en el último informe ‘Ahorro Global e Inversiones del Sector Asegurador’, elaborado por Mapfre Economics.
En concreto, las carteras de inversión del sector asegurador español cerraron 2022 con 263.165 millones de euros de inversiones gestionadas, frente a los 311.315 millones del año anterior.
«Tras un largo período de bajos tipos de interés, las entidades aseguradoras habían adaptado sus carteras de inversiones acortando las duraciones de sus carteras de bonos (lo que reduce las minusvalías generadas por la subida de tipos de interés) y mantienen inmunizadas con sus pasivos aquellas inversiones de renta fija con duraciones más largas», ha indicado el director de análisis, estudios sectoriales y regulación de Mapfre Economics, Ricardo González.
Según el experto, salvo que resurjan turbulencias financias en el sector bancario, los mayores tipos, el mejor comportamiento de la renta variable y la inflación a la baja «pueden ayudar» a compensar la pérdida de rentabilidad del año pasado.
A nivel global, los mercados aseguradores incluidos en el estudio de Mapfre (Estados Unidos, eurozona, Japón, Reino Unido, Brasil y México) cerraron el año con carteras de inversiones de 20,72 billones de euros, lo que supone un descenso del 5,7% respecto al año anterior.
«En esta disminución han influido las significativas correcciones en la valoración de las principales categorías de activos vividas en 2022, a consecuencia de las subidas aceleradas de tipos de interés por parte de los principales bancos centrales y el comienzo de los programas de reducción cuantitativa de sus balances para luchar contra el fuerte repunte de la inflación», ha indicado Mapfre en su informe.
En España, la estructura de las carteras de inversión ha experimentado poca variación en los últimos años, aunque destaca que el peso de los fondos de inversión se ha duplicado en los últimos ocho años, desde el 6,5% que representaba en 2016 hasta el 12,6% de 2022. Este crecimiento se ha dado a costa del menor peso de los depósitos y de la renta fija, que ha pasado de un 75,7% al 72,5%.
«Esta posición preeminente de la renta fija se explica, en buena medida, por el hecho de que el modelo de negocio asegurador conlleva la necesidad de implementar estrategias de inversión orientadas por las características del pasivo, con el propósito de lograr un adecuado casamiento en plazo y tipo de interés entre los pasivos asumidos y los instrumentos de inversión que los respaldan«, ha explicado el director Mapfre Economics, Manuel Aguilera.