jueves, 12 diciembre 2024

El rival de Donald Trump en las primarias se vuelve un villano de Disney

Ser una empresa tan grande como para enfrentar a un político democráticamente electo y sentir que juegas en casa no es fácil. Probablemente, sea una medida que solo está a mano de empresas como Inditex o Amazon, pero estas no son especialmente queridas por los ciudadanos. Aunque hay una que podría ser más popular que cualquier político: Disney. La empresa del ratón está poniendo esto a prueba con un duelo legal con el gobernador de Florida y pre candidato presidencial por el partido Republicano Ron DeSantis.

Un choque que empezó alrededor de la controvertida ley ‘Don’t say gay’, que prohibe mostrar temas sexuales, con especial fijación en temas LGTBQ+, a los niños. Dado que durante el mes del orgullo los parques de Disney, incluyendo el principal en Orlando Florida, tienen eventos especiales, algunos oficiales y otros pensados por la comunidad, para atraer clientes al parque. Dado que el espacio está pensado para niños y familias esto ha creado un choque directo entre ambas partes. 

Ya ha tenido consecuencias legales. Por un lado, Disney ha denunciado que el gobierno de DeSantis está violando su derecho a la libertad de expresión y por su lado el gobernador ha empezado el proceso para retirar la zona fiscal especial de los parques en su estado. Vale señalar que económicamente, para ambos lados de la discusión, una ruptura sería complicada de encajar. Para Florida se trata de perder al principal empleador del estado, no solo por el tamaño de los parques, sino por sus otras operaciones en el estado, y para Disney sería perder el más importante de sus parques, una división que generó 7.900 millones de dólares en ganancias.

¿Pero cómo puede avanzar el caso?. Pues por el lado de la denuncia la empresa del ratón tiene las de ganar, después de todo Estados Unidos tiene una larga tradición de proteger la libertad de expresión en este tipo de situaciones, y es un tema donde la corte de la opinión pública jugara a su favor, pero no tienen demasiadas formas de resolver el problema de la zona especial de impuestos. Al mismo tiempo, e irónicamente por las medidas económicas del partido Republicano, Florida tiene una de las políticas fiscales más permisivas del país, por lo que quizás este golpe tenga más que ver con el orgullo que con lo económico.

LOS PARQUES DE DISNEY SON CLAVES PARA AFRONTAR LA CRISIS

Dado que Disney+ sigue sin ser una fuente de ingresos, apuntando realmente a dejar de ser una pérdida para la empresa apenas este año, y que tendrán que lidiar con una reducción en sus producciones y la velocidad de las mismas. De hecho, los planes del estudio Marvel, una de las principales subdivisiones de la empresa, han tenido que retrasarse según sus anuncios recientes.

Sumado al cierre de algunos experimentos en sus parques, como el hotel ambientado en Star Wars, es evidente que aunque no tienen que encender todas las alarmas aún sí que tienen que cuidar las inversiones que funcionan. Dado que la más segura son los parques parece lógico que intenten cuidarlos, aun si tienen que lidiar con un enemigo político tan poderoso como lo puede ser un posible candidato presidencial.

En cualquier caso su otro problema es que la situación incluso ha generado que algunos ciudadanos protesten frente a las puertas del parque. Aunque no es primera vez sí que es cierto que no es el tipo de controversias que suelen afrontar en la empresa, y es complicado tener que lidiar con ellas en plena crisis.

¿PODRÍA DISNEY TENER UN PRESIDENTE COMO ENEMIGO?

La buena noticia para la empresa es que no parece especialmente probable que Disney deba lidiar con un presidente, o incluso un candidato presidencial, como enemigo. A pesar de los deseos de Ron DeSantis las encuestas apuntan a que Donald Trump volverá a ser el candidato del partido Republicano, aun con sus problemas legales, por lo que al menos es cierto que se ahorrara tener un enemigo tan directo en la casa blanca, aunque su relación con Trump no es tan positiva.

Pero quizás no sea tan buena noticia. Por el sistema norteamericano tener un enemigo en la gobernación puede ser un problema para la empresa peor que tenerlo en Washington. De cualquier modo son suficientemente grandes para tener potencia suficiente como para poner su dedo en la balanza en la política local. Como se mencionó son el principal empleador del estado, y no parece popular discutir con el jefe de la mayoría de tus posibles votantes.


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