El mercurio es uno de los muchos elementos químicos que contaminan nuestros mares, siendo además uno de los más perjudiciales para nuestra salud. Con el agravante de que se encuentra presente en cantidades muy elevadas en determinados pescados.
Esta es la forma más común que tiene el mercurio de entrar en nuestro organismo. Este elemento tóxico, según los expertos, genera importantes problemas de salud muchas veces irreversibles.
3Las especies más seguras
No podíamos finalizar el artículo sin nombrar las especies de pescados que se encuentran en el otro extremo; es decir, aquellas que presentan un bajo contenido en mercurio.
La primera de ellas es muy común en la gastronomía española: las sardinas, de tamaño pequeño y con un minúsculo porcentaje de mercurio en su organismo. Algo similar ocurre con las anchoas y los boquerones, de nuevo, peces muy pequeños.
Pasando a especies un poco más grandes, la bacaladilla o lirio apenas presenta este metal en su cuerpo, lo mismo que la dorada, el besugo o el salmonete de roca. Otros pescados como la lampuga, el galán o pez peine, el picarel, la corvina negra o corvallo, el serrano, y la salema o salpa, completan esta lista de especies prácticamente libres de mercurio.
A pesar de todo esto, el pescado es un alimento rico en vitaminas y nutrientes, recomendable para seguir una dieta sana y equilibrada. Aporta energía, ácidos grasos omega-3, vitaminas A, D y B12, yodo y selenio; asimismo, es alto en proteínas.