El 13 de mayo de 2021 el Congreso de los Diputados aprobaba la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España, impulsada directamente por la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Rivera. En la misma se aplicaba legislación europea a la española. Pero la ley impulsada por Teresa Ribera iba más allá que la Unión Europea en ciertos parámetros y medidas, como la emisiones en “sectores difusos” o los parámetros de penetración de las renovables. Si la industria y los ciudadanos españoles querían saber por qué, no tenían más que haber leído los escritos de Transpor & Environement (T&E), el lobby que tiene seducida a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica. Y que logra transponer sus exigencias -superiores a las de las autoridades europeas- a la ley española.
T&E hizo pública una carta abierta en 2018 dirigida a la ministra Teresa Ribera. Sin ambages, reclamaba que la ministra defendiera sus postulados ante la Unión Europea, frente a la posición de otros países, en lo referente a las limitaciones de emisiones de CO2 en el sector del transporte. El viaje en el tiempo y espacio que nos lleva de la carta de T&E en 2018 al Congreso de los Diputados en 2021 resulta revelador. La ley española está mucho más cerca de las peticiones de T&E que de la norma europea: La reducción en sectores difusos será del 39%, 13 puntos por encima de la meta del 26% fijada por la Unión Europea. Además, mientras la UE establece una penetración de renovables entre un 38% y un 40% en el consumo final de energía en 2010, el Plan nacional establece para España un 42%. No queda ahí la cosa, en cuanto a eficacia energética, Europa considera necesario un aumento de entre el 36 y 37% para 2030. Teresa Ribera, haciendo caso a su lobby de referencia, lo sitúa en el 39,5%.
Es decir, que la ley española es mucho más extrema y exigente con la industria y los consumidores españoles que la ya de por sí -considerando el contexto internacional– purista legislación de la Unión Europea. Justo lo que reclamaba T&E en su misiva a la ministra y vicepresidenta Ribera.
T&E, el lobby internacional financiado desde organizaciones nominalmente solidarias que pertenecen a grandes grupos económicos de EEUU, es especialmente estricto y exigente con las restricciones de emisiones para Europa. En España, como demuestra tanto su presencia institucional como el reflejo de sus peticiones en legislación, han logrado una eficaz penetración en el Gobierno de Pedro Sánchez. Su ariete ha sido la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que será la nueva número 2 de Pedro Sánchez en la lista del PSOE al Congreso en las eleciones del próximo 23J. La anterior número 2 de Sánchez fue la ex vicepresidenta Carmen Calvo, hoy apartada por Pedro Sánchez del juego político de primera línea.
INFORME DIRECTAMENTE INCORPORADO
No es el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico el único permeable a los trabajos de T&E. Según ha podido comprobar MERCA2, el Observatorio de Transporte del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana utilizó el informe “Low-Emission Zones are a succes – but they must now move to zero emission mobility” (“Las zonas de bajas emisiones son un éxito – pero ahora deben pasar a la movilidad de cero emisiones”), publicado por T&E en 2019 para determinar las pautas que condicionan la efectividad de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
El Gobierno decidió por medio de la Ley de Cambio Climático que todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes debían contra con al menos una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Esta medida afecta a 149 ciudades españolas. No era sino bendecir y hacer inamovible la medida estrella del gobierno de la ex juez Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid, el llamado Madrid Central. Los parámetros para estas zonas están directamente marcados en un informe del lobby ambientalista que se financia desde Silicon Valley.
La pretensión del lobby que subvencionan los millonarios de Silicon Valley es que todas estas zonas pasen a cero emisiones, es decir, una restricción aún mayor que la actual.
«INFLUIR EN LA TOMA DE DECISIONES»
Si algo no hace T&E es esconder ni sus intenciones ni sus objetivos. La cabeza en España es la alemana Isabel Büschell, jurista de intensa trayectoria, en la que ha llegado a estar ligada al Ejército francés. La organización multinacional asegura en su propia web que la misión de Büschell es «influir en la toma de decisiones de España». Los contactos entre Büschell y altos cargos directivos de Teresa Ribera es frecuente y también intenso, especialmente con el director de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Los tentáculos de esta ejecutiva de T&E llegan al Ministerio de Transportes y al de Presidencia, en el mismísimo Palacio de La Moncloa.
La jefa en España de T&E, en su larga trayectoria profesional, trabajó para el poderoso despacho Linklaters, en su sede francesa. Allí era responsable de clientes estadounidenses. Según ha podido comprobar Merca2, compatibiliza su labor de lobby con ser consejera a tiempo parcial (of Counsel) en el bufete Lozano Schindehelm. Con sede en Madrid en la calle Velázquez, es especialista -según su propio perfil- en asesoría legal y tributaria internacional.
La española con más rango en T&E internacional es Nuria Blázquez, que figura como administradora internacional de este lobby multinacional.Bióloga ambiental de formación, tras unos años de trabajo en el valle del Tiétar (Ávila) y Reino Unido, comenzó su carrera en el activismo verde, de la mano de Ecologistas en Acción. Es como parte de Ecologistas en Acción como entra en esta multinacional de las influencias patrocinada por millonarios de Silicon Valley y los Rockefeller.
Investigación Merca2
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