El pan duro es la demostración de que la necesidad es la madre del ingenio. Hemos conseguido integrarlo en nuestra gastronomía, empezando por las fantásticas torrijas de Semana Santa y también en otras muchas recetas de cocina; pero aun así hay un problema que nos sigue acechando: ¿hay alguna forma de recuperarlo y devolverle su frescura original?
Olvídate de remedios absurdos y soluciones decepcionantes, ya que te vamos a desvelar el mejor truco para hacer que el pan duro parezca recién hecho, incluso si es de hace varios días. Un método sencillo, eficaz y que además te permitirá ahorrar unos euros en la cesta de la compra.
8EL PAN DURO Y LA GASTRONOMÍA
El pan duro tiene otra vida útil en numerosas propuestas de cocina, empezando por un clásico como el pan rallado casero, ideal para empanizar alimentos como pechugas de pollo o croquetas. Además puede convertirse en crutones crujientes que complementan ensaladas y sopas, como la sopa de cebolla francesa gratinada. Otro uso común es el panzanella, una ensalada italiana que combina trozos de pan duro con tomates frescos, pepinos, albahaca y aceite de oliva. Incluso se puede utilizar para preparar pudin de pan, tostadas francesas y el postre por antonomasia con este tipo de pan: nuestras exquisitas torrijas.