Isabel Preysler es una de las personalidades más influyentes y acomodadas del panorama nacional. La apodada ‘reina de corazones’ dispone de una situación económica más que privilegiada conocida por todos, de la que disfruta llevando un estilo de vida rodeada de lujos.
No obstante, algunas voces aseguran lo contrario. Si bien es cierto que la empresaria no está en la ruina ni mucho menos, hay quien afirma que su cuenta corriente ya no es tan boyante.
2Imagen de marcas
Si bien Isabel Preysler es más conocida por la cobertura que los medios siempre han dado a su vida amorosa, no podemos olvidar que también cuenta con una importante trayectoria formada por colaboraciones en medios, labores de publicidad y diversos proyectos empresariales.
Grabó su primer anuncio en el año 1968 de la mano de Porcelanosa, firma con la que ha colaborado durante décadas. A este trabajo como imagen de marca seguirían otros muchos. Podemos nombrar algunas como Ferrero Rocher (anuncio navideño recordado por todos), Astor, la joyería Rabat o Pedro del Hierro.
A día de hoy, la televisión tradicional ya no tiene tanto tirón, pero Isabel ha sabido reinventarse y trasladar este negocio a sus redes sociales. En su cuenta de Instagram es donde promociona su propia crema hidratante, ‘My Cream’, que lanzó de la mano de la empresa Jacaranda Cosmética S.L., creada por la propia Isabel junto a su hija Ana.
No ha sido su única incursión en el mundo empresarial. En el año 2000 fundó una empresa llamada Tea Rose S.L., dedicada a la moda, que apenas le ha otorgado beneficios económicos. Aunque Isabel aún figura como administradora de esta sociedad, el negocio cerró su hoja registral en 2022.