sábado, 23 noviembre 2024

La polémica fórmula de Ingeagua en el traje a medida a Aqualia en San Javier

Ingeagua, una consultora malagueña especializada en las licitaciones públicas del agua, ha tenido un papel clave en el polémico concurso de la localidad murciana de San Javier. El contrato público, valorado en 247 millones de euros a 20 años, unos 12,35 millones de euros anuales –el 20% anual del Presupuesto de este municipio durante dos décadas, hipotecando así la acción del próximo ejecutivo municipal-, ha puesto de manifiesto presuntas irregularidades que están ahora encima de la mesa de la Fiscalía.

Ingeagua ha dado a conocer el informe de «valoración de los criterios de adjudicación cuantificables mediante juicio de valor», es decir, un análisis subjetivo de las ofertas presentadas, pero sin desvelar los motivos por los cuales Aqualia obtuvo la máxima puntuación, 49 puntos de 49 posibles, y cinco puntos más respecto a la segunda oferente, con 44 puntos.

Como cabría esperar, se trata de una diferencia muy estrecha y a la que habría que sumar después la nota en la parte económica, es decir, el precio de la inversión. No obstante, con esta diferencia Aqualia se garantiza la adjudicación pública. Esta ventaja, según fuentes del sector, era «imposible» de superar para el segundo oferente, incluso presentando una mejora notable respecto a la oferta temeraria. En este sentido, el límite máximo del concurso se estableció en 65 millones de euros, pero Aqualia ofertó 80,7 millones, un 24% por encima de los niveles permitidos.

EL SEGUNDO OFERENTE TENDRÍA QUE ABONAR 140 M€ A INGEAGUA PARA GANAR A AQUALIA EN SAN JAVIER

Esos cinco puntos de diferencia cruciales en este concurso hubiera obligado al resto de oferentes a realizar ofertas desorbitadas para poder superar a la de Aqualia. La segunda puntuación en el concurso, con 44 puntos, tendría que haber presentado una oferta de 140 millones de euros, un 73% por encima de la «temeraria» de Aqualia, para poder tener opciones de ganar. «Es un montante que haría inviable la licitación», sostienen las fuentes consultadas.

el licitador puede ser elegido directamente de forma subjetiva y sin justificación en la parte técnica

En cuanto a Global Omnium, la empresa estaría matemáticamente fuera de la licitación con sus 37,75 puntos en la valoración subjetiva. La empresa no hubiera ganado ni pagando un 200% más que Aqualia ni llegando a abonar la totalidad del contrato, esos 247 millones de euros. Es decir, ni regalando el agua hubiera ganado el concurso por esa valoración técnica otorgada a la filial de FCC, de Carlos Slim. La cuantía sería a pérdidas para la UTE de Acciona y STV; Facsa; Socamex; y la UTE de Sacyr.

En el informe de la oposición municipal a la Fiscalía se puso en duda que una aportación de 100 millones de euros y teniendo que hacer frente a los costes de personal subrogado y la compra de agua por un importe no negociable se pudiera gestionar un servicio esencial con unos ingresos de 247 millones de euros, IVA incluido.

AGUA GRATIS PARA PODER HACERSE CON UN CONCURSO, LA ÚNICA OPCIÓN DE LA SEGUNDA CLASIFICADA

Según fuentes conocedoras de esta licitación, los cinco puntos de separación entre Aqualia y la segunda oferente serían suficientes para que «el licitador puede ser elegido directamente de forma subjetiva y sin justificación en la parte técnica». Este hecho no sólo se da en San Javier, sino también en el concurso de la localidad tinerfeña de Güímar.

Aqualia
Aqualia

En la valoración técnica de las propuestas, Ingeagua basó sus notas bajo cuatro criterios -muy buena, buena, regular e insuficiente-, calificaciones demasiado generalistas para un concurso de 247 millones de euros. De hecho, la preocupación en el sector se centra en esta falta de transparencia en el proceso de licitación. Ingeagua no ha detallado los motivos de cada una de estas puntuaciones por cuestiones de «confidencialidad».

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LA FALTA DE CLARIDAD DE INGEAGUA SIEMBRA LA DUDA

Esta falta de claridad es la que ha sembrado las quejas y dudas en el concurso de San Javier, más cuando se desconoce qué parte de las ofertas se han declarado confidenciales por los licitadores. Según las fuentes consultadas, es legal garantizar estos derechos y proteger los secretos comerciales en la información que aportan las empresas al concurso, pero esta «ambigüedad» en el informe no arroja luz alguna sobre los motivos por los cuales se otorga un valoración muy superior a la oferta de Aqualia respecto al resto de oferentes.

Los proyectos en este concurso público se basaban en diferentes criterios, como innovación tecnológica, plan de explotación y conservación de las instalaciones. Como es de esperar, se sobreentiende que esas innovaciones sean confidenciales, pero se esperaba una mayor explicación respecto a los planes de explotación y conservación de las instalaciones.

En el mismo informe, publicado en la plataforma de contratación, Ingeagua hace referencia a tres de las ofertas con nombre y apellidos. Socamex, Facsa y la UTE formada por Sacyr y Regenera obtuvieron la menor nota referente al balance hidráulico, un «regular», debido a diversos puntos con un desarrollo menos detallado o incompleto y por la ausencia de determinados aspectos a los que se hacía referencia en el pliego. Sin embargo, si esta motivación fuera cierta, Ingeagua debería haber procedido a la expulsión del concurso de estas empresas al no cumplir con los requisitos exigidos.

NOTAS DE COLEGIO Y SIN EXPLICACIÓN EN UN CONCURSO DE 247 M€

«Llama la atención», han afirmado las mismas fuentes al considerar que las tres ofertas no sólo deberían tener una nota de «regular», sino que deberían haber sido expulsadas.

En el otro extremo se valoraron con la mejor calificación los planes de gestión comercial de Aqualia y la segunda en liza en este concurso por el mero hecho de cumplir con todos los puntos exigidos en el pliego. Al resto de oferentes se les otorga otra calificación por no desarrollar todos los puntos del pliego. En ningún caso se explicita cuáles son los aspectos que rebajan la nota, como tampoco se justifica la calidad técnica de Aqualia y del segundo licitador frente al resto.

Todo ello, se suma a la perfecta propuesta de Aqualia, según la nota de Ingeagua, y el modelo para valorar al resto de propuestas. «No hubo comparativa de calidad de unas con otras ni tampoco justificación de superioridad de la máxima puntuación», han indicado las fuentes consultadas. Por este motivo, han pedido que este y otros concursos públicos se realicen con la máxima transparencia y justificación en la adjudicación.

SACYR DEBIÓ SER EXPULSADA, PERO INGEAGUA CALIFICÓ SU PROYECTO

Para evitar nuevas polémicas, las fuentes del sector consideran que debe realizarse una evaluación abierta y comparativa de las ofertas, similar a la que se realizan en los concursos de acreedores, donde se brinda una total transparencia en el proceso, en lugar de calificar si se cumplen o no las condiciones obligatorias del pliego.

De hecho, existe jurisprudencia a la hora de excluir a una empresa de un concurso público al no cumplir las exigencias del mismo. «De la mera lectura del mismo cabe concluir que no contiene expresión concreta y detallada de las ventajas técnicas de la oferta favorecida por una puntuación superior acudiendo a fórmulas típicas sobre la base de los epígrafes recogidos en los pliegos, sin justificar el juicio de valor efectuado con rigor técnico exigible», afirma la sentencia de un caso en el que se vieron involucrados FCC Aqualia e Moriría.

Cabe señalar que Ingeagua no adjudica ningún contrato, sino la mesa de contratación pública, pero quien ha realizado la valoración es la consultora malagueña, la misma que ha fijado los criterios y las fórmulas económicas, un papel determinante a la hora de designar la adjudicación.


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