Se acerca el verano, y con él asoman las ganas de tomar recetas frescas y ligeras. Las frutas son las reinas de esta época, y el mango, una de las preferidas por todos. De ahí que el sorbete de mango sea uno de los postres estrella. No sólo por su sabor, también gracias a su sencilla elaboración.
Se trata de una receta fácil y sana, compuesta casi en su totalidad por ingredientes naturales. Es una buena alternativa a los clásicos sorbetes de supermercado, pues restando el azúcar, no contiene aditivos perjudiciales para el organismo. Además, es bastante económica teniendo en cuenta el precio actual de la cesta de la compra.
1El mango, la fruta de moda
Encontramos el origen del mango en la India, pues es el fruto del árbol Mangifera indica, que crece en zonas como la cordillera del Himalaya, Sri Lanka o Birmania. Se cultiva en todo el sudeste asiático desde hace más de 4.000 años, siendo un producto común entre comerciantes persas, portugueses, españoles e ingleses.
Con el tiempo, se ha convertido en una de las frutas de moda de los últimos veranos, estando muy presente tanto en redes sociales como en espacios de cocina o supermercados; Mercadona, de hecho, lo incluye entre sus productos más populares. No es para menos, pues estamos hablando de una fruta repleta de propiedades positivas.
Comencemos comentando su altísimo valor nutritivo. Es una fuente importante de vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, lo que a su vez nos ayuda a combatir virus y otras enfermedades. Contribuye notablemente al buen funcionamiento de los vasos sanguíneos y a la regeneración de los tejidos dañados.
El mango también es rico en vitamina E, lo que le aporta un potente efecto antioxidante, muy por encima de otras frutas. Asimismo, presenta un alto contenido en potasio y magnesio, lo que ayuda a mantener el sistema nervioso en buen estado y a mejorar el ritmo cardíaco.
Todo ello supone la fórmula ideal para fortalecer los huesos y obtener una mejor salud ósea. Así, reduce el riesgo de padecer enfermedades osteodegenerativas como la osteoporosis. De igual forma, contribuye a mejorar la digestión gracias a su alto contenido en fibra y agua, lo que también le aporta poderes diuréticos.
El mango es muy recomendable para mejorar la memoria, ya que es rico en vitamina B6 y hierro, ambos nutrientes perfectos para estimular la actividad cerebral. También es bueno para cuidar la vista debido a la presencia de betacarotenos, y mejora la salud y el aspecto de la piel.
Por otro lado, las hojas del mango ayudan a normalizar los niveles de insulina en la sangre, por lo que una infusión elaborada con las mismas es ideal en casos de diabetes.