sábado, 23 noviembre 2024

La prevención es cada vez más viable, y eficaz, en la enfermedad cerebrovascular

  • La enfermedad vascular es la principal causa de muerte en el mundo, pero el 90% de sus factores de riesgo son modificables
  • Las nuevas aproximaciones buscan la prevención de la prevención, para mejorar no sólo la mortalidad y la discapacidad, sino también la calidad de vida
  • Dieta, ejercicio y sueño constituyen la «triada de la buena salud», y la meditación y relajación pueden ayudar a disminuir el aumento del riesgo derivado del estrés

La cardiopatía isquémica es la primera causa de fallecimiento en el mundo, seguida de las enfermedades vasculares cerebrales. Estos datos convierten la enfermedad vascular en la principal causa de mortalidad a nivel mundial, y en la primera también de discapacidad adquirida en el adulto. Pero la buena noticia es que el 90 por ciento de sus factores de riesgo se pueden prevenir.

Esa fue la principal, y positiva, conclusión de la jornada «Nuevas aproximaciones a la prevención de la enfermedad vascular cerebral», recientemente celebrada en la Fundación Jiménez Díaz con la participación de un nutrido grupo de neurólogos, cardiólogos y psicólogos dispuestos a avanzar en la reflexión sobre una enfermedad muy presente en nuestra sociedad.

La Dra. Araceli García Torres, jefa asociada del Servicio de Neurología del hospital madrileño y coordinadora de su Unidad de Ictus, explica que, al hablar de «nuevas aproximaciones», el encuentro se propuso «dar un paso más allá en prevención». Y es que, dice, «habitualmente se ha actuado sobre los principales factores de riesgo vascular conocidos (hipertensión, diabetes, niveles elevados de colesterol, obesidad…); pero pensamos que, si bien este abordaje es fundamental, prevenir la aparición de estos factores de riesgo es aún mejor». «Podemos decir que buscamos la prevención de la prevención, que permitiría mejorar no sólo la mortalidad y la discapacidad, sino, por encima de todo, la calidad de vida», añade, insistiendo en que, «en consecuencia, el abordaje multidisciplinar es imprescindible».

Dra. Araceli García Torres, jefa asociada del Servicio de Neurología de la Fundación Jiménez Díaz
Dra. Araceli García Torres, jefa asociada del Servicio de Neurología de la Fundación Jiménez Díaz

La triada de la buena salud

Para ello, conviene partir, según los especialistas, de la «triada de la buena salud», que componen la dieta, el ejercicio y el sueño. Tres factores básicos para reducir el riesgo vascular y mantener una buena calidad de vida que constituyen una propuesta aparentemente sencilla, pero que, con el ritmo de vida acelerado que marca nuestro día a día (comida rápida procesada, sedentarismo, falta de descanso…), cada vez cuesta más mantener. Por eso, los participantes en la jornada consideran que una buena información y formación, además de campañas de educación a la población más joven, podrían tener efectos muy positivos.

Junto a esto, el binomio estrés vs relajaciones otro de los componentes en la prevención de la enfermedad cerebrovascular. En este sentido, la Dra. García, implicada en la organización del encuentro, desarrolla la idea: «Dicho así, parece evidente que el estrés no es bueno y que la relajación es mejor. Pero hay datos concretos que sustentan esta idea y que debemos conocer para poder controlar: el estrés aumenta en más de un 30 por ciento el riesgo vascular; y la meditación y la relajación ayudan en buena medida a disminuir este porcentaje».

Soledad, interacción social y tecnología en positivo

Otros de los aspectos tratados en el encuentro fueron los efectos de la soledad y la interacción social en las sociedades actuales. A este respecto, la Dra. Inmaculada Nava, también neuróloga y miembro de la Unidad de Ictus de la Fundación Jiménez Díaz, e igualmente organizadora de la jornada, refiere datos que muestran que «la soledad no buscada es otro factor de riesgo importante, cada vez más presente en nuestra sociedad, que aumenta el riesgo de muerte». Por ello, desde un punto de vista individual, considera que las personas deben conocer este aspecto y establecer conductas para evitarlo pero, desde un enfoque general, también la sociedad y los profesionales deben establecer mecanismos orientados a disminuirla.

Las nuevas tecnologías estuvieron también presentes en el encuentro, como herramientas importantes de ayuda en medicina en general, y en la prevención de la enfermedad cerebrovascular, en particular. Así, la Dra. Marta Oses, compañera del Servicio de Neurología y de la Unidad del Ictus del hospital, se refirió a los múltiples dispositivos de uso doméstico que permiten detectar arritmias, y que facilitan la instauración de un tratamiento precoz para abordarlas. «Se trata de dispositivos beneficiosos, siempre con un seguimiento médico, que permiten interpretar y tratar los resultados de la mejor manera posible», concluye la también organizadora de la jornada.


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