Los españoles han cambiado su consumo alimentario debido a la inflación y la situación tan precaria que se vive, no todos pueden llegar a fin de mes con sueldos bajos y con precios desorbitados en la alimentación. Es por eso que los productos congelados están cogiendo mucho más peso ante los productos frescos, debido al aumento de la cesta de la compra.
Según un informe del Observatorio Sectorial de DBK, el crecimiento del mercado de alimentos congelados ha recuperado el nivel de antes de la pandemia, el cual ha alcanzado los cinco mil millones de euros en 2022. En este mismo informe se puede apreciar un avance del deterioro de la coyuntura económica por el mantenimiento de las presiones inflacionistas, esto se va a traducir previsiblemente en un estancamiento del valor del mercado en 2023.
Una buena oportunidad para las empresas del sector de los productos congelados, que de momento cuentan con un buen comportamiento, al no haber subido excesivamente el precio de sus productos, como sí ha marcado el contexto de encarecimientos de todos los alimentos frescos.
LOS PRODUCTOS CONGELADOS SON MÁS BARATOS QUE LOS FRESCOS
La gran mayoría de los consumidores han preferido consumir productos congelados ya que son más baratos y tienen mucha más vida útil, es decir, se conservan mejor y aguantan más que un producto fresco. Son productos más cómodos a la hora de conservar, es por eso que prefieren estos alimentos sobre todo si hablamos de verduras, carnes y pescados.
Bien es cierto que los alimentos frescos siempre han sido la primera opción de los consumidores en los supermercados, pero a medida que los precios han ido creciendo son los propios consumidores los que han querido cambiar su alimentación. Los productos congelados también han tenido que subir el precio, pero no de la misma manera que los productos frescos y de temporada que parece que no tienen techo.
En función del producto congelado el ahorro varía del 15% al 40%
Las búsquedas de los productos congelados han subido en el 147% en los últimos seis meses, según detallan fuentes de Tiendeo, un portal de folletos y ofertas en línea. Los consumidores cuentan que al consumir productos congelados pueden tener el producto almacenado sin necesidad de tener que consumirlo en un margen corto de tiempo. Esto permite distribuir el consumo en un rango mayor por lo que no se madurará en el refrigerador.
LAS VENTAJAS DE LOS PRODUCTOS CONGELADOS
La idea de comprar y consumir productos congelados es principalmente el gran ahorro en la cesta de la compra. Los congelados suponen un negocio de 5.000 millones de euros anuales según cifras de Informa (Cesce).
La idea de los congelados es poder ofrecer una solución alternativa a los frescos por lo que el desperdicio es uno de los esenciales. Si se logra mantener una buena línea de frío y conseguir los alimentos con una innocuidad garantizada, es la clave del éxito de los congelados. Otra de las grandes ventajas es la fácil preparación y el ahorro de tiempo en el momento de preparar la comida. A parte, de una mayor seguridad e higiene ya que la congelación permite mantener los alimentos a salvo de bacterias, parásitos y microorganismos.
Hay un mito erróneo de que los congelados no contienen las mismas propiedades que los productos frescos, pero las modernas técnicas de congelación permiten preservar su frescura y valores nutritivos intactos. Una vez descongelados los productos mantienen nutrientes, textura, apariencia y sabor. Para hacerlo posible no solo es vital el proceso y la técnica de congelación de los empleados, también es necesario tener un estricto control en la cadena del frío de cara a evitar que se rompa y no poder asegurar que el producto este en buen estado.
LA DIFERENCIA DE PRECIOS ENTRE LOS PRODUCTOS FRESCOS Y CONGELADOS
Según un estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), si optamos por versiones congeladas el ahorro puede llegar a ser muy significativo. Más del 40% en el caso de las verduras, más del 38% en el caso de la merluza, el 13% en el atún y más del 20% en el pollo.
Las verduras y las frutas son los alimentos que más han subido su precio durante estos meses. Comprar estos alimentos congelados sale mucho más económico. Comparando precios vemos que un paquete de guisantes frescos nos va a costar el precio medio por kilo 20,25 euros y congelado 1,53 euros, una diferencia que supera el 90%. En el caso de las espinacas el precio medio por kilo fresco es de 4,05 euros y el congelado de 1,76 euros, una diferencia del 56,66%.
Otra de las categorías donde la diferencia de precios es notable es en el pescado. Si hablamos del pescado refrigerado nos fijamos en que es un producto muy versátil, se pueden encontrar múltiples formatos y presentaciones como filetes, lomos o rodajas y suelen estar limpios sin cabezas ni espinas. Los filetes de merluza frescos te cuestan un media por kilo de 13,14 euros y congelados 8,14 euros, hablamos de una diferencia de un 38%.
Según el estudio de la OCU, las grandes cadenas de supermercados más baratas en lo que ha congelados se refiere son Alcampo, Mercadona y Aldi. Alcampo es el más barato y más en concreto en las verduras y pescados congelados. El Corte Inglés, en cambio, es la cadena de precios más caros en congelados. La Sirena, una tienda especializada en congelados también cuenta con una oferta de productos a un nivel de precios muy elevados.