El concursante de ‘MasterChef’ Fray Marcos ha sorprendido a la audiencia tras ser el primer expulsado de la historia del concurso con el pin de la inmunidad, que decidió no utilizar.
Tras su salida, el sacerdote ha querido explicar los motivos de esta decisión. Sus dolores físicos y su situación emocional han sido los principales detonantes que le han llevado prácticamente a abandonar el reality.
2Una convivencia difícil
En su última prueba Fray Marcos dejó ver que no se encontraba demasiado bien, pues mostraba un estado triste y bajo de ánimo. Quizá tuvieran algo que ver los problemas de convivencia que tuvo que presenciar con los otros aspirantes, pues en esta ocasión hemos podido presenciar graves acusaciones ante las cámaras.
“Tener que soportar, a veces, conductas que no vienen dentro del programa, porque hay gente que a lo mejor cree que está en un reality show distinto a ‘MasterChef’ y yo concibo a ‘MasterChef’ como está ideado: para cocinar, para divertirnos. Esa ha sido una de las cosas más difíciles”, afirma Fray Marcos.
Desde luego esta edición de ‘MasterChef 11’ no ha estado exenta de conflictos ni mucho menos. En esta ocasión han tenido lugar algunas acusaciones hasta ahora desconocidas en el concurso. Un claro ejemplo es la discusión que protagonizaron las aspirantes Ana y Claudia la otra noche; mientras la primera acusaba a la segunda de haberle robado una prenda del armario, Claudia afirmaba que alguien había leído su diario y arrancado una hoja. Algo que según la organización del programa se va a investigar. «Hay límites que no se pueden sobrepasar», sentenció al respecto Pepe Rodríguez. Sin embargo, algunos compañeros llegaron a dudar del testimonio de Claudia.
Al estado emocional del fraile hay que sumar sus problemas de salud. “Lo más difícil es tener que soportar a veces dolores físicos. Tengo un diagnóstico de tres hernias lumbares. Se me duermen mucho los brazos, creo que en lo físico lo más difícil ha sido entregarme por completo, sobre todo en los exteriores donde nos llevaban a cocinar, tener que levantar peso, agacharme… por dar lo mejor de mí”, admite quien fuera aspirante en esta última edición de ‘MasterChef’.
Y es que en su opinión para ser un buen cocinero hay que dar el 100%. “La cocina es dar de uno y si tienes el ánimo bajo, es imposible hacer un buen plato”. Además, reconoce que por encima de este proyecto televisivo siempre se encontrará su “comunidad, la Orden y la Iglesia”.