Las tarifas del año fiscal aumentaron un 10% con respecto a los niveles anteriores a la pandemia
La aerolínea de bajo coste Ryanair ha anunciado este lunes sus resultados del cuarto trimestre fiscal y del año completo finalizados el 31 de marzo, con unas pérdidas en el trimestre de 154 millones de euros, pero un beneficio neto en el año de 1.430 millones de euros frente a los números rojos de 355 millones del euros del ejercicio anterior afectado por la pandemia. Las tarifas del año fiscal aumentaron un 10% con respecto a los niveles anteriores a la Covid-19.
La compañía ha indicado que estos resultados se deben «a la fuerte recuperación del tráfico en el ejercicio, la mejora de las tarifas, una base de costes líder en el sector y unas ventajosas coberturas de combustible». Los ingresos totales del año fiscal alcanzaron los 10.780 millones de euros, lo que supuso un aumento del 124% frente a los 4.800 millones del ejercicio fiscal previo.
Pese a que el primer trimestre se vio afectado por Ómicron y por la guerra de Ucrania, el tráfico en el año fiscal aumentó un 74%, hasta 168,6 millones de pasajeros (+13% sobre el tráfico del ejercicio 2020). El factor de ocupación se situó en el 93% frente al 82% del ejercicio anterior Las tarifas anuales aumentaron un 10% respecto a los niveles anteriores al Covid, y los costes unitarios sin combustible cayeron a 31 euros.
La cuota de mercado de Ryanair ha crecido «significativamente» en la mayoría de los mercados de la Unión Europea (UE), ya que en el ejercicio 2023 operó el 116% de su capacidad anterior al Covid, según ha explicado la compañía. Los aumentos más significativos se registraron en Italia (del 27% al 40%), Polonia (del 26% al 36%) e Irlanda (del 49% al 58%).
PERSPECTIVAS POSITIVAS DE CARA AL VERANO.
Las previsiones para este verano son muy positivas. Este verano la compañía aérea tiene previsto operar la mayor programación de su historia, con casi 2.500 rutas y más de 3.000 vuelos diarios «aprovechando el restablecimiento del tráfico y los acuerdos de crecimiento plurianuales negociados por sus equipos de nuevas rutas».
Las reducciones estructurales de capacidad en la UE tras las numerosas quiebras o reducciones de flota de las aerolíneas europeas durante el Covid, los altos precios del petróleo (que disuaden a las aerolíneas más débiles y sin cobertura de riesgos de añadir capacidad), la escasez de aviones (nuevos y alquilados) y el regreso de los visitantes asiáticos y estadounidenses a Europa (debido a la gran fortaleza del dólar) hacen que, aunque la capacidad europea de corto recorrido siga por debajo de los niveles anteriores al Covid, la demanda sea notablemente sólida», explicó Ryanair.
De cara al próximo año fiscal, Ryanair espera aumentar el tráfico hasta los 185 millones de usuarios (+10%), aunque los recientes retrasos en las entregas de Boeing pueden reducir ligeramente este objetivo. Asimismo, prevé un aumento de costes, especialmente en el de las coberturas del combustible.
La compañía concluye que su creciente ventaja en costes unitarios sobre todos sus competidores, su cobertura de combustible, su sólido balance y su cartera de pedidos de aviones de muy bajo coste, así como su probada resistencia operativa, «crean enormes oportunidades de crecimiento en los próximos años»