El arroz blanco es uno de los acompañamientos más populares en todo el mundo, pero conseguir que quede perfecto puede ser un desafío para muchos cocineros. Aunque puede parecer una tarea sencilla, hay muchos factores que influyen en su cocción, como el tipo de arroz, la cantidad de agua y el tiempo de cocción.
En esta guía, te enseñaremos paso a paso cómo hacer el arroz blanco perfecto, con consejos y trucos que te ayudarán a lograr un grano suelto, esponjoso y lleno de sabor en cada ocasión. Aprenderás a elegir el tipo de arroz adecuado, a medir el agua y a controlar el tiempo de cocción para obtener el resultado perfecto.
5Cocer arroz blanco para que quede suelto
Cocinar arroz blanco suelto es una técnica que requiere precisión y atención al detalle. Aunque puede parecer una tarea sencilla, hay algunos trucos que pueden marcar la diferencia entre un arroz blanco suelto y esponjoso o un arroz pegajoso y apelmazado.
El primer paso para conseguir un arroz blanco suelto es lavar el arroz para eliminar el exceso de almidón. Esto se puede hacer fácilmente en un bol grande o en un colador, con dos o tres veces de lavado es suficiente. De lo contrario, el almidón adherido a los granos de arroz puede espesar el agua durante la cocción y dar como resultado un arroz pegajoso.
Una vez lavado el arroz, ponemos una cazuela al fuego y añadimos el agua, el arroz, la sal y el aceite. Cuando comience a hervir, dejamos el arroz unos 4 minutos hasta que se evapore el agua. Luego, bajamos el fuego a una temperatura media-baja y tapamos la cazuela. Dejamos cocer durante 14 minutos, comprobando la textura del arroz para asegurarnos de que está al dente.
Cuando el arroz esté casi listo, apagamos el fuego y dejamos que repose con la tapa puesta o un trapo de algodón durante 2 minutos. Esto permitirá que el arroz se termine de cocinar con el calor residual y se separe fácilmente en grano suelto al servir. ¡Inténtalo y sorprende a tus comensales con un arroz perfectamente cocido!