La alergia al polen es una de las más comunes en todo el mundo, problema acrecentado por la contaminación y la falta de lluvia. Afortunadamente podemos paliar sus síntomas en cierta medida siguiendo algunas pautas.
Evitar el ejercicio al aire libre, usar gafas de sol y atender a las indicaciones del médico son tres grandes claves para reducir las molestias derivadas de esta patología.
4La importancia de la medicación
Nos guste o no, en la mayoría de los casos es necesaria la toma de algún anthistamínico para reducir los síntomas generados por la alergia al polen. Se trata de fármacos realmente útiles para controlar este problema, y si bien es cierto que pueden ocasionar efectos secundarios como la somnolencia, sus fórmulas están cada vez más mejoradas y no provocan las mismas reacciones en todos los pacientes.
Por otro lado, hay que insistir en que esta medicación sólo puede ser recetada por un médico colegiado. La automedicación, muy frecuente en casos de alergia, puede ocasionar graves daños en el organismo.
