Sin lluvia suficiente en primavera, los campos españoles producirán en 2023 menos alimentos que otros años. Y en un mercado abierto como el nuestro, cuando la oferta disponible baja y la demanda se mantiene o crece, los precios tienden a subir. Así que la España que ya encadena dos años de sequía, debería prepararse para ese golpe al bolsillo.
Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, asegura que el impacto de la sequía sobre los precios de los alimentos no será inmediato, sino más bien que esto podría llegar a ocurrir en los próximos meses.
Sin embargo, ya el Instituto Nacional de Estadísticas reportó en marzo un alza de 16,5% en alimentos y bebidas y de 13,6% en alimentos no elaborados, con un ascenso destacado de las legumbres y hortalizas frescas y de la carne de cerdo.
Para abril se espera una desaceleración de esa inflación en alimentos, por la rebaja del IVA y otros factores. Pero la preocupación por el impacto de estas bajas precipitaciones en nuestros bolsillos sigue latente…
LA SEQUÍA PUEDE SALIR CARA
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y otras organizaciones agrarias, por ejemplo, destacan que en el sector agrario español lo primero que se va a resentir es el cereal (cebada, trigo o centeno, cuya cosecha se inicia en breve), pero próximamente se notará la merma de producción de frutas, hortalizas, aceite, almendros de secano, vino, arroz y apicultura, entre otras, «con el subsiguiente encarecimiento del precio de estos alimentos, ya de por sí afectados por el alza de los costes de producción».
Pablo Gimeno coincide con ellos y es uno de los economistas que señala que si la cosecha de trigo se ve mermada entre 50% y 60%, lo notaremos a la hora de comprar el pan próximamente, y que algo similar nos puede pasar con las frutas y hortalizas. E incluso con la carne y la leche, porque sin agua el ganado no tendrá espacio suficiente para pastar y eso presionará el precio de la carne y la leche al alza.
Esta situación está siendo especialmente crítica en regiones como Andalucía, el sur de Extremadura y Castilla La Mancha y comarcas de Murcia, Lleida y Girona
En España las producciones medias de cereales se sitúan en torno a 20 millones de toneladas. En 2022, con lluvias en marzo y abril, la cosecha fue de 18 millones. En este año, prácticamente sin lluvias, las Cooperativas Agroalimentarias temen una caída histórica, agravada por la reducción de la superficie de maíz debido a la falta de agua para los riegos.
PÉRDIDAS POR SEQUÍA: ENTRE 20% Y 60%
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha resaltado que la falta de agua ya afecta al 60% del campo, con más de 3,5 millones de hectáreas perjudicadas, y que la ganadería extensiva se ha visto obligada a comprar piensos ante la falta de pasto.
Los productores apuesta a que el cereal no nos va a faltar, pero sus precios sí se elevarán. La COAG estima que las pérdidas de cereales oscilarán entre 20% y 60% de las cosechas, dependiendo del territorio y el nivel de precipitaciones en los próximos meses.
Y por eso Javier Fatás, responsable de agua de esta organización, cree que sí tendrá consecuencias en el precio de los alimentos agrícolas y ganaderos
TOMATES, OLIVAS Y FRUTAS
El tomate es otro alimento que se podría ver afectado, ya que en 2021 las hectáreas de tomate destinado a la producción industrial se acercaban a 9.000 y en 2023 apenas quedan 2.500 plantadas.
Y en el verano también podrían verse disminuidas las siembras hortícolas, de legumbres y frutas, como el brócoli, la coliflor, las zanahorias, las sandías y los melones, entre otros.
SEQUÍA RESTARÍA 1,3% AL PIB DE ANDALUCÍA EN 2023
Un informe del BBVA Research indica que la sequía le quitará hasta 1,3% a la economía andaluza, que crecerá menos que la española este año por el impacto fuerte que tendrá la ausencia de lluvias sobre su producción agrícola. Y el caso del arroz de Andalucía es especialmente preocupante.
No obstante, Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación, considera que no debería usarse como excusa la sequía para aumentar los precios de los alimentos en una coyuntura como ésta.
«la oferta en algunos productos puede ser baja y eso llevaría a una tendencia alcista en precios»
Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación
El Gobierno es consciente de la situación y admite que «la oferta en algunos productos puede ser baja y eso llevaría a una tendencia alcista en precios», ha declarado Miranda recientemente. Pero el alto funcionario confía en que las importaciones de España permitirán cubrir cualquier faltante.
«Si en el hemisferio norte y sur hay cosechas normales, los cereales tendrán precios normales», ha afirmado durante la presentación del Informe Económico 2022 de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).