Cabify, la empresa tecnológica dedicada a la explotación de VTC es un caso especial de unicornio. El análisis de las cuentas presentadas en el Registro Mercantil refleja pérdidas operativas cada año (menos uno) y cómo solo se sostiene a base de las aportaciones de los socios. En los planes de la sociedad está salir a Bolsa. La compañía tiene una valoración de cierto consenso en el mercado de aproximadamente 1.400 millones, pese a sus pérdidas operativas año tras año.
En este sentido, la apuesta, decidida y continuada, del gigante Rakuten es lo que ha logrado dar masa crítica económica a Cabify y salir adelante. Las pérdidas acumuladas en el ejercicio desde 2017 suman más de 46,5 millones de euros. Compensadas todas ellas holgadamente con ingresos del apartado «otras aportaciones de los socios». Estos han tenido que sumar 436 millones para mantener la compañía con resultados patrimoniales positivos. Otro epígrafe es el de las rondas de financiación, que han sido mayoritariamente exitosas, gracias sobre todo a Rakuten. Entre ambas suman algo menos de 1.000 millones, aportados tanto por sus socios como por el mercado.
RAÍCES SOCIETARIAS
Cabify es quizás el principal unicornio español. Español de aquella manera. Si bien sus fundadores son españoles, está pensada en nuestro país y opera básicamente en España (aunque tiene una interesante implantación internacional), sus raíces societarias se hunden en el fiscalmente ventajoso estado norteamericano de Delaware. El fundador de la compañía, José de Antonio, explicó en su momento que logró crear la empresa en Delaware en pocas horas, mientras que en España le supuso dos meses de burocracia.
Pero no son las ventajas burocráticas lo que se buscaba creando la matriz de Cabify en Delaware bajo el nombre de Maxi Movility. El bien diseñado entramado empresarial, con origen en el fiscalmente paradisíaco estado americano, desciende hasta nuestro país, en el que Cabify Matriz (reflejo societario de Maxi Mobility) y Cabify España son las dos sociedades que operan en la gestión de las licencias y empresas tenedoras de licencias de VTC que son el core de su negocio.
El bien diseñado entramado empresarial, con origen en el fiscalmente paradisíaco estado americano, desciende hasta nuestro país
Con este diseño de sociedades, Cabify España es la que se ocupa de la operativa de negocio. La sociedad la preside Juan de Antonio, el único de los tres fundadores que se mantiene en los cargos de Cabify. En las últimas cuentas presentadas por Cabify España al registro Mercantil, correspondientes a 2021, se refleja un resultado de ejercicio negativo de 1,694 millones de euros. Los socios han aportado ese mismo año 123 millones, de manera que lograron un resultado final positivo de 73 millones, teniendo en cuenta que arrastraban un resultado negativo de ejercicios anteriores de algo más de 50 millones de euros.
Estas «otras aportaciones de los socios» son una pequeña rareza financiera. Su regulación solo está recogida legalmente en el Plan General Contable y dependen exclusivamente de la voluntad de los socios. Es decir, no se traducen en capital ni acciones, peo sí se incorporan al patrimonio de la sociedad, que obviamente es el objetivo final. Si las aportaciones no las hicieran los socios tendrían que computarse como «préstamos». Estas «otras aportaciones» suelen ser objeto de acuerdos privados entre los socios, que pueden decidir en función de esos pactos que se recuperen en dividendos extraordinarios o cualquier otra fórmula. Pueden ser tanto dinerarias como en otro tipo de valores, como terrenos, vehículos o lo que sea, valorable para formar parte del patrimonio de Cabify en este caso, nunca de su capital. En el pasado era la fórmula para evitar la disolución de la sociedad por pérdidas superiores aun porcentaje del capital. Hoy son una fórmula muy utilizada para dotar de patrimonio a las startup de corte tecnológico.
SOLO UN AÑO SIN PÉRDIDAS
Los últimos años de ejercicio muestran que Cabify no logra que su operativa de negocio le proporcione resultados positivos. El único año sin pérdidas operativas fue 2019, el año antes de la pandemia mundial. El unicornio que preside De Antonio consiguió ese año un resultado positivo de 2,7 millones. Ese año los socios aportaron 113 millones de euros en la compañía. El año más dramático para la Cabify fue, como para tantas otras compañías, 2020, el año de la pandemia del Covid-19. En ese ejercicio Cabify España cosechó un resultado negativo de más de 42 millones de euros. Los socios acudieron prestos a inyectar 123 millones, que lograron salvar con un saldo positivo de 73 millones las cuentas.
Es cierto que se aprecia una mejora en los resultados operativos, ya que ha pasado de perder 3,676 millones en 2017 a dejarlo en menos de la mitad (1,594) en las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil, correspondientes a 2021.
Es cierto que se aprecia una mejora en los resultados operativos, ya que ha pasado de perder 3,676 millones en 2017 a dejarlo en menos de la mitad
Mirando el detalle de sus cuentas, Cabify se ve fuertemente lastrada por las necesidades de Aprovisionamientos, básicamente el epígrafe de “trabajos realizados por otras empresas”. Cabify no es titular de la gran mayoría de las licencias de VTC, sino que tiene que llegar a acuerdos con otras compañías (como VTC Vector de Rosuaro Varó), que son los propietarios de las mismas. En este sentido 2019 fue récord en estos aprovisionamientos, con unos pagos totales de 153 millones de euros.
Cabify España ha logrado tener una cifra de negocio de 105 millones en el último ejercicio presentado, 2021, equivalentes a los emolumentos que ha logrado por prestación de sus servicios. Mientras, los gastos de personal han ido creciendo paulatina y moderadamente desde 2017 hasta situarse en 23 millones en 2021. Todas estas cifras han llevado a unos resultados negativos en prácticamente todos los ejercicios.
LAS FINANCIACIONES DE CABIFY
Las cuentas de Cabify España reflejan que sin el decidido apoyo de los socios, sería difícil sostener el negocio, al menos en España. La suerte -o la virtud- que ha acompañado a Juan de Antonio en el ya largo periplo de Cabify es que siempre ha contado con la confianza de unos cuantos inversores. Entre ellos tiene lugar de honor un interesante ‘angel business’ internacional, pero con origen español, Oskar Melczarek de la Miel, ligado a las inversiones del gigante Rakuten.
Cabify ha tenido bastante éxito en sus sucesivas rondas de financiación. En un trabajo de elaboración propia, con datos obtenidos en el regulador estadounidense y el español, Merca2 ha sumado hasta 480 millones recibidos por Cabify en sucesivas rondas, con series A, B y C de acciones, por lo menos.
Juan de Antonio comenzó sus rondas de financiación en 2011. Sus intentos en España fueron poco alentadores, pero desde Silicon Valley tuvieron más éxito. Para 2016 ya había logrado más de 26 millones de dólares. Pero fue 2016 el año del espaldarazo definitivo.
Fue entonces cuando Rakuten colocó 120 millones de dólares. El objetivo era la expansión internacional de Cabify, sobre todo hacia el mercado de América Latina. Pero Rakuten tenía además otra misión: hacer la competecia al desarrollo de Uber por todo el mundo. Como consecuencia de estas operaciones, Cabify llegaba a una valoración en mercado de 320 millones. Ya era, de hecho, el principal unicornio español.
LA AVENTURA
En la aventura estaban desde el principio, junto al gigante japonés que creó Hiroshi Mikitani, Seaya Ventures y Angellist, ambos fondos especializados en startups de corte tecnológico.
En 2018 entraron interesantes aportadores de capital. Cabify recibió 160 millones más. Junto al perenne Rakuten, aparecieron The Venture City, Endeavour Catalyst (hoy lo preside De Antonio) y el fondo de Rosauro Varo, Gat Investments. Fue la llegada de Varó a cabify, con la que también se relaciona por medio de Vector, titular de numerosas licencias de VTC. Varo tiene una doble participación, ya que además del capital en Cabify, ésta, con ese capital logrado en 2018, adquirió Vector, que era propiedad del propio Varo.
Posteriormente Cabify ha logrado más financiación, en este caso por medio de MOVO. Los alemanes de Delivery Hero inyectaron 12 millones más en esta empresa, dedicada a patinetes y motos eléctricas.
Cabify ha logrado más financiación, en este caso por medio de MOVO. Los alemanes de Delivery Hero inyectaron 12 millones más en esta empresa
Este mismo año Cabify ha logrado una nueva entrada de capital, por un valor de 110 millones de dólares. Este esta caso los inversores han sido Orilla Asset Management (la sociedad de inversión de Francisco Riberas, Gestcamp) y de Axis por medio del fondo público Ico Next Tech. Independientemente de eso, el Banco Europeo de Inversión aprobó un crédito de 42 millones, más otros 40 de financiación.
Hay que señalar que las inversiones de Rakuten en Cabify están alojadas en el holding empresarial que el gigante japonés tiene en Luxemburgo, por medio de Rakuten Europe Sarl.
OSKAR MELCZAREK DE LA MIEL, EL BENEFACTOR DE CABIFY
Cabify tiene un firme defensor en un español muy poco conocido en España pese a estar considerado uno de los grandes magos de la financiación de oportunidades del sector tecnológico. Oskar Melczareck de la Miel es de origen polaco y vive en Tokio, según las escasas informaciones periodísticas sobre su figura. Es managing partner de Rakuten, en realidad su ojeador de fintechs y oportunidades en el sector, generalmente poco convencionales. Con pasado en JP Morgan Chase, Merrill Lynch y Barclays, también defendió una inversión importante de la tecnológica japonesa en Glovo.
Melczarek de la Miel es un firme defensor del big data en la gestión de los transporte y en este flanco ve él su futuro. Un buen motivo para invertir en Cabify, desde luego. Según ha podido comprobar MERCA2, en la Comisión del Mercado de Valores de Washington figura Óskar Melczarek de la Miel como miembro del Consejo de Administración de Maxi Mobility Inc, la empresa madre de Cabify, radicada en Delaware.
Investigación MERCA2