Encontramos un sinfín de desmaquillantes en el mercado, pero no todos son adecuados para nuestro tipo de piel ni cuentan con la calidad suficiente. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una breve guía para ayudarnos a elegir la mejor opción.
Uno de los hábitos más perjudiciales para la piel es desmaquillarse incorrectamente, ya que los restos de producto que quedan adheridos al cutis favorecen la aparición de acné y otras irritaciones. Además, impiden que los demás cosméticos penetren bien, reduciendo sus propiedades.
2Tipos de desmaquillantes según la OCU
De la misma forma que los expertos recomiendan utilizar maquillaje de alta calidad, también es importante elegir los desmaquillantes apropiados. En el mercado encontramos desde las opciones más económicas y rápidas, hasta las más sofisticadas. La OCU nos explica cuáles son los desmaquillantes más comunes y qué debemos saber para lograr los mejores resultados.
Toallitas desmaquillantes
Son, sin duda, una de las opciones más populares gracias a su facilidad de uso. Son perfectas para llevar en el bolso y para viajar. Basta con pasarlas por el rostro ejerciendo una ligera presión, insistiendo algo más en zonas más conflictivas como los ojos.
Estas toallitas están impregnadas con un líquido similar al de los demás desmaquillantes, compuesto por agua con un emoliente, un tensioactivo o emulsionante, un agente calmante y un elemento conservante.
Encontramos versiones de este producto adaptadas a todo tipo de piel: sensible, mixta, seca… La gran ventaja que aportan es su uso fácil y rápido, así como sus precios asequibles (entre uno y ocho euros cada paquete). Sin embargo, no todas las marcas presentan la suficiente calidad, por lo que pueden dejar restos de maquillaje. Otro punto en su contra es que, al ser de usar y tirar, no ayudan a frenar el impacto medio ambiental.
Jabón facial
El jabón corporal convencional no es apropiado para limpiar el cutis, sin embargo, existen opciones específicamente diseñadas para el rostro, cuya composición está preparada para su uso en zonas más sensibles. En palabras de la OCU, podemos adquirir este tipo de jabones en formato líquido y en pastilla; las características son similares, y ambas proporcionan un efecto desmaquillante muy preciso.
Aunque encontramos diferentes clases de jabones faciales, por lo general están más indicados para pieles grasas o mixta. En función de la marca, su precio oscila entre dos y 20 euros, aunque independientemente del coste, es importante elegir una marca de calidad.
Leche limpiadora y tónico
Durante décadas ha sido considerado el dúo perfecto para las limpiezas faciales, y son muchos los que se mantienen fieles al mismo. Una de sus grandes virtudes es que suele ser tolerada por todo tipo de pieles, aunque en el caso del tónico, lo mejor es elegir una marca sin alcohol para evitar irritaciones, tal y como indica la OCU.
La desventaja es su uso, algo más “engorroso” que el de otros desmaquillantes. Primero hay que extender la leche limpiadora por el rostro, dando un pequeño masaje con la yema de los dedos. Después se retira el exceso de producto con un disco de algodón y se aclara con agua. Por último, se aplica el tónico con la ayuda de otro disco de algodón. El precio de la leche limpiadora oscila entre uno y 20 euros, y el del tónico entre tres y 15 euros.
Agua micelar
Este producto cuenta con una amplia legión de fans, ya que una agua micelar de calidad limpia, tonifica e hidrata al mismo tiempo. Todo ello sin necesidad de aclarado, pues basta con empapar un disco de algodón con el producto y aplicarlo con golpecitos suaves por el rostro. Su alto poder desmaquillante ha posicionado esta fórmula entre las más recomendadas y vendidas actualmente. Así lo afirma la OCU.
Generalmente el agua micelar es apta para todo tipo de pieles. Sin embargo, las personas con cutis sensibles deberían aclarar el rostro con agua tras su uso. El precio es muy variable, entre tres y 20 euros, pero los expertos recomiendan mirar la calidad por encima de todo.