Hay triunfos que saben mejor que las victorias con más lustre. Por todo lo que significó, la Copa del Rey del año 1992 es el título más saboreado por los aficionados del Atlético de Madrid. Ganar al Real Madrid, hacerlo en el Santiago Bernabéu por medio de tu estrella y de un ex jugador de los blancos son componentes suficientes para considerar que esta Copa es la que mejor supo al que fuera presidente del club colchonero, Jesús Gil. Marbella patrocinó a los rojiblancos esa campaña y Otaysa fue la empresa que lució en la camiseta del Real Madrid.
SANGRE CON EL MADRID
Los rojiblancos hicieron sangre con el Madrid. Los blancos llegaban muy tocados a la cita después de perder la liga en la última jornada del campeonato. Lo hicieron de modo patético, dejando escapar un 0-2 y con la crueldad de un gol en propia puerta y una jugada increíble, la de la cesión de Sanchis a Buyo, que por no ceder un saque de esquina, devolvío la pelota al campo y dejó el tercer gol en bandeja a los canarios. Pier dejó con la soga al cuello al que fuera gran técnico del Madrid Leo Beenhakker y el Atlético de Madrid de Luis Aragonés le dio la puntilla.
De este modo, los colchoneros vengaron la derrota en el ‘santuario’ merengue que les privó de luchar por el título de Liga con el Barcelona de Johan Cruyff. Además, el centrocampista alemán del Atlético de Madrid ajustó todas las cuentas que tenia pendientes con el club que presidia Ramón Mendoza.
los colchoneros vengaron la derrota en el ‘santuario’ merengue que les privó de luchar por el título de Liga
Todo lo que podía salir bien al Atlético de Madrid ante al Madrid el 27 de junio de 1992 le salió bien. Dos goles en menos de media hora y un penalti fallado por el Madrid son el resumen de una final que tuvo el sello del “Zapatones”, el entrenador del Atlético de Madrid. “Luis Aragonés plantó en el campo un equipo coherente, ordenado, con tareas bien claras para todos los hombres, con ilusión y con garra. Eso destrozó a un Madrid caótico”. Esta parte de la crónica escrita por Álex Martínez Roig en El País sirve para exponer que el Atlético tenía un plan, mientras que el Madrid no. Era un conjunto “cerrado por derribo”, como la canción del gran seguidor del Atlético Joaquín Sabina.
El Madrid se había pasado toda la temporada dependiendo de Gica Hagi, Míchel y del falso delantero Fernando Hierro. Pues bien, Hagi se lesionó en el primer tiempo, Hierro no tuvo su día y solo Míchel estuvo a la altura, aunque falló el penalti que hubiera puesto el 1-2 y dado emoción a la final que ganó l Atlético de Madrid
LA VENGANZA DEL ALEMÁN
En el Bernabéu que tanto aplaudió a Bernd Schuster las dos temporadas en las que militó en el Madrid, vio como el alemán vengaba su salida del cuadro blanco. Una salida por la puerta de atrás, igual que la que protagonizó en el Barcelona de Josep Lluís Núñez. Schuster dejó el Madrid, con los bolsillos llenos, porque el club no le autorizó a llevar a su mujer a la gira del equipo por México, una gira después de ganar la quinta liga consecutiva en 1990. El Madrid le pagó lo que le quedaba de contrató y cosas de la vida, cruzó de acera para fichar por el Atlético de Madrid. En la jornada 35 de la liga 1991-1992, un disparo de Maqueda que tocó en Schuster supuso el 3-2 para el Madrid, que seguía vivo en la disputa por el campeonato. Esta derrota dejó fuera de esta lucha a los colchoneros del Atlético de Madrid.
Schuster se tomó la revancha en la final. Abrió el marcador con un golazo de falta marca de la casa. A los 7 minutos, con un toque magistral, Schuster quitó las telarañas a la portería defendida por Buyo. El fondo sur pareció una tumba después de que el alemán la colocara donde solo la ponen los elegidos.
En el minuto 29 Futre hace un control al borde del área que le permitió tener la pelota en el pie izquierdo e hizo un disparo imposible para Buyo besa las mallas del arco que defiende el meta gallego. El 0-2 pesaba como una losa para el Real Madrid, que estaba mentalmente en otro sitio. Los fantasmas de Tenerife bloquearon a un conjunto que no estaba en condiciones. En el otro lado, el Atlético era todo energía e ilusión. Podía repetir el éxito de la campaña 90-91 cuando Alfredo le dio el triunfo en la Copa del Rey ante el Mallorca y lo hizo. Fue la Copa del 91, la Copa que llevó el sello del Atlético de Madrid
La derrota de Tenerife se plasmó en la llegada de un nuevo técnico al Real Madrid
La derrota de Tenerife se plasmó en la llegada de un nuevo técnico al Real Madrid. Benito Floro que había hecho una excelente temporada con el Albacete, el Queso Mecánico. Floro, con un cuadro muy inferior en calidad al Barça llevó al Madrid a disputar el título en la última jornada. De nuevo el Tenerife, y el pésimo arbitraje de Celino Gracia Redondo, hizo caer al Real. Una nueva Liga perdida en Tenerife. Los blancos olvidaron este fracaso con el título de la Copa del Rey. La que perdieron en 1992 ante el Atlético de Madrid, la ganaron en 1993 al Zaragoza. Butragueño y Lasa pusieron tiritas al ‘Corazón Partio’ del cuadro Merengue.
