viernes, 15 noviembre 2024

Por qué Spotify sigue sin ser rentable y como esperan llegar a serlo

A pesar de presumir de un mayor número de suscriptores y de usuarios registrados, Spotify vuelve a tener que reportar perdidas importantes al cierre del primer trimestre de 2023. Se trata de 225 millones de euros impulsados por sus costos operativos, los pagos a los artistas (que han aumentado de la mano del número de usuarios) y las inversiones en el desarrollo de nuevas tecnologías como el Spotify DJ y el nuevo feed que utiliza la app al buscar podcasts. 

Vale señalar que a pesar de lo grave que pueda parecer este golpe la empresa sueca esperaba que fuera peor. Según el mismo informe sus previsiones eran perder otros 50 millones de euros, pero los despidos y la mayor cantidad de usuarios de pago registrados, sirvieron para amortiguar el golpe. Lo cierto es que el informe de la empresa se muestra bastante optimista, presumiendo que tienen más usuarios en activo que nunca, unos 515 millones y un mayor porcentaje de ellos es de pago que nunca, 210 millones (algo más del 40%).  

Visto así parece llamativo que la empresa tenga perdidas tan altas. Pero lo cierto es que desde un principio la rentabilidad ha sido una tarea pendiente para la compañía sueca, aunque todo indica que este es el año donde esperan romper con este dato. Lo cierto es que si mantienen el ritmo de subscripciones y sus nuevas fuentes de ingreso, como la venta de mercancías y de entradas a eventos, este año pueden cerrar presumiendo de ser rentables y bastante. 

Es que ya lo decía el fundador y CEO de Spotify, Daniel Ek, que el año pasado seguía siendo un año de inversión, pero que tras el principio de 2023 podrían por fin celebrar cruzar ese umbral de la rentabilidad. Si bien los datos de este principio del año pueden parecer alarmantes son esperados, aunque si la competencia o la crisis económica global frenan el crecimiento en el número de subscriptores bien podría ser un golpe complicado de encajar. 

SPOTIFY NO MUESTRA MIEDO POR LA NUEVA COMPETENCIA

Lo cierto es que a pesar de las perdidas la empresa sigue planteándose con calma el aumento en la cantidad de competidores en los últimos años. Pueden llamarse Amazon Music, Apple Music o Tidal, la realidad es que de momento no están cerca de los números del gigante sueco, ni parece que vayan a estarlo en los próximos meses o años, aunque tienen una ventaja económica que no tiene Spotify: No dependen de los ingresos por suscriptores. 

Es que Amazon ve su aplicación musical como un complemento de su tienda y de su servicio Prime y Apple de la venta de sus productos. Solo Tidal necesita de los suscriptores para llegar a la rentabilidad y dado que tiene los casi infinitos bolsillos de Beyoncé y Jay-Z para mantenerse no muestran demasiado apuro. En cualquier caso dado que los suscriptores de la empresa sueca no han dejado de aumentar la realidad les ha dado la razón en cuanto a que no deben preocuparse por los competidores.

Por tanto, su principal preocupación es buscar modos de bajar los costos. Si bien parece complicado que puedan seguir bajando los pagos a los artistas, que ya reclaman bastante, seguramente hay formas de renegociar con las disqueras además entre los podcast que venden publicidad y las tiendas de mercancía siguen sumando nuevas formas de generar ingresos además de las suscripciones. 

EL FUTURO DE LA MÚSICA TAMBIÉN ESTÁ EN TARIMA Y EN VINILO

Vale señalar que Spotify no es la única plataforma de crecimiento que tiene la industria de la música. Las ventas de formato físico, impulsadas por el crecimiento del vinilo, ya representan el 11% de la industria a nivel global y las presentaciones en vivo, desde bares a macrofestivales, ya son el 30% de los ingresos de los artistas. Visto así es importante seguir de cerca lo que pase con la empresa sueca y sus competidores, pero no vale perder de vista que son solo un trozo del pastel. 

Además, que el modelo de streaming como lo conocemos ha hecho más fácil descubrir y acceder al trabajo de nuevos artistas también les ha complicado vivir de su música. Visto así lo complicado es buscar ese equilibrio en el que, evidentemente, Ek y compañía no parecen especialmente interesados.  


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