sábado, 23 noviembre 2024

El último golpe de Escrivá a los autónomos: «No va a quedar ni uno en España»

santander autonomos

El Ministerio de la Seguridad Social, dirigido por José Luis Escrivá, da el último golpe a los autónomos con la reforma de las pensiones. El sistema es insostenible y se ha llegado a comparar con el mayor esquema Ponzi de la historia -los últimos en entrar pagan a los primeros-, pero lejos de pinchar la burbuja y acometer la dura remodelación, el Gobierno insiste en cargar la mochila de la parte activa, especialmente sobre los autónomos.

El severo revés de la última reforma de las pensiones no sólo afecta a los propios pensionistas, sino también a quienes sostienen el sistema. Por un lado, el Gobierno ha elevado los impuestos en todos los ámbitos, mientras los autónomos tendrán que soportar el mayor peso al cotizar por los ingresos, sin tener en cuenta los gastos, pese a ser empresarios de facto.

El nuevo sistema de cotización de los autónomos les compara con el de trabajadores por cuenta ajena, tributando por los ingresos reales, sin tener en cuenta los gastos propios de la actividad, como equipos informáticos, teléfono -terminal-, conexión a Internet, coche si es para el transporte y los propios suministros. De esta forma, las cuotas de los autónomos casi se duplicarán, hasta rondar los 6.500 euros de media frente a los 3.600 actuales y en el mejor de los casos.

EL GOBIERNO CARGA SOBRE LOS AUTÓNOMOS MIENTRAS EVITA RECORTE DE GASTO

De esta forma, ser autónomo en España ya no sólo será un infierno como hasta ahora, sino que «volverá la pregunta ‘con o sin IVA’», aclara un fontanero preguntado por MERCA2. Y es que, se ingrese lo que se ingrese se tendrá que declarar, mientras el coste de la vida aumenta. «Nos quieren fuera del sistema», señala. Este cambio tendrá su culmen en 2032, dentro de una década, y engordará el sistema en 9.000 millones de euros, siempre y cuando se mantengan los 3,08 millones de autónomos actuales, un número que se rebaja año tras años ante las numerosas trabas burocráticas y búsqueda de clientes.

Mientras tanto, la innovación tecnológica permitirá prescindir de estos trabajadores por cuenta propia. Se estima que profesiones legales, de servicios de atención al cliente, abogados e incluso los gestores, entre otros intermediarios, podrían ser cambiados por máquinas. El número de trabajadores autónomos ha pasado de los 3.315.707 en julio de 2006 a 3.086.000 autónomos a cierre de 2022, una caída del 7% en 16 años, sin que ningún Gobierno haya podido alcanzar los más de 3,3 millones de entonces.

el nuevo sistema no cierra la brecha de beneficios sociales de los que gozan los trabajadores por cuenta ajena

Los autónomos en España suelen pagar la cuota mínima, unos 298 euros mensuales, sólo por iniciar la actividad. A esto, hay que añadir la retención del IRPF de las facturas y el IVA, mientras que la Agencia Tributaria les obliga a ajustar cuentas por las facturas emitidas y no cobradas, un criterio que aún sigue en el centro de la polémica.

EL GOBIERNO ACERCA LA PRESIÓN FISCAL DEL AUTÓNOMO A LA DEL ASALARIADO

Asimismo, el nuevo sistema no cierra la brecha de beneficios sociales de los que gozan los trabajadores por cuenta ajena. Por un lado, éstos últimos tienen derecho a baja remunerada, prestación por desempleo durante dos años y posibilidad de capitalizar el paro, mejores condiciones laborales a cargo de la empresa, posibilidades de ascenso y una menor responsabilidad a la hora de tomar decisiones. Asimismo, tienen un salario mínimo de no menos de 1.080 euros netos sólo por el hecho de trabajar.

José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social
José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social

En España, la mayoría de autónomos no llega a ese salario mínimo, una brecha que resiente después en la pensión. Sin embargo, el Gobierno ha preferido cargar más sobre los trabajadores por cuenta propia. Cabe señalar que la facturación incide directamente en el pago de impuestos.

Por norma, el 50% de lo ingresado va destinado a impuestos y seguros, es decir, un autónomo debería ingresar brutos más de 2.000 euros para poder cobrar el salario mínimo, además de afrontar los gastos corrientes propios de la actividad, un montante que no abonan los trabajadores por cuenta ajena, como la electricidad, combustibles, vehículo, teléfono…

ESCRIVÁ NO TIENE EN CUENTA LOS GASTOS DEL AUTÓNOMO

Sin embargo, Escrivá lo junta todo en uno, equiparando de facto ambos estatutos. Eso sí, para los autónomos hay grandes novedades, como realizar un máximo de seis cambios en la cuota, a razón de una cada dos meses, para adaptarla a los ingresos futuros o reales. El otro es el sistema de tramos para el cálculo de la cuota. De esta forma, se adaptará el autónomo a la presión fiscal de las empresas. De esta forma, las cotizaciones de los autónomos equivaldrán al 1% del PIB.

Para endulzarlo, el Gobierno daría por primera vez una prestación, pero muy inferior a la que gozan los trabajadores por cuenta ajena. Eso sí, las arcas públicas engrosarían, mientras el Ejecutivo se niega a adelgazar el mastodóntico gasto del Estado, con una deuda en cifras récord y de difícil pago.

Asimismo, el Gobierno asestó otro nuevo golpe a todo el tejido productivo, con la subida de la edad de la jubilación, una reforma que está incendiando literalmente Francia.


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