Fernando Romero, consejero delegado de EiDF, se mostró dubitativo, sudoroso, con varios tartamudeos sobre su propio negocio. Ocurrió el pasado 16 de noviembre, durante un ciclo de conferencias de Renta 4 sobre empresas, en el marco de su Primer Encuentro con Empresas. Romero pudo tener un mal día, como puede tenerlo cualquier persona, pero sus propias palabras muestran numerosas contradicciones.
El máximo ejecutivo de EiDF huía de las estrategias marketinianas. «La confianza se consigue cumpliendo objetivos», afirmó; «no vamos a vender lo que no somos», enfatizó. Por entonces, EiDF Solar tenía una capitalización bursátil de 1.100 millones de euros, el más elevado de BME Growth, y con todas las miradas puestas en el Mercado Continuo desde hacía meses.
Si todo fuera en orden, EiDF cumpliría los requisitos para dar el salto y codearse con las grandes firmas cotizadas, acercándose incluso a algunas cotizadas del Ibex 35. Por norma general, las empresas que llegaban a los 500 millones de euros en valoración bursátil ya emprendían este camino. Pero EiDF no ha llegado a hacerlo, al menos de momento tras la suspensión de cotización por la negativa de PwC a firmar sus cuentas, pero sí tenía planes para ello en el primer semestre de este mismo año.
EIDF COPIA A LAS EMPRESAS DEL SECTOR, EN LO BUENO Y EN LO MALO
En aquella presentación, Romero explicó, entre otras cosas, no pudo registrar el nombre de su compañía como EDF, al estar ya registrado. Así que se le ocurrió poner la ‘i’ para diferenciarla, como si de una anécdota se tratara; también mostró uno de los lemas de la compañía: no somos líderes en nada, sino que copiamos lo mejor de cada empresa; y conocemos lo malo para evitar replicarlo.
Su próspero negocio comenzó con las subvenciones públicas para el autoconsumo y con un equipo de tan sólo 80 personas contratadas directamente. El resto, hasta un total de 300, la mayoría instaladores, son subcontrataciones a terceros. «No integramos la parte de mano de obra», se excusó Romero, pero al mismo tiempo lamentó la falta de trabajadores en este sector. Toda una contradicción, pero no era la única en sus 45 minutos de presentación.
En referencia a su propio negocio, las contradicciones se fueron sucediendo. La primera de ellas llegó al asegurar que no eran una comercializadora, pese a que el grueso de la facturación entre enero y septiembre de 2022 se produjo precisamente por esa vía. Hace menos de un año, cientos de comercializadoras habían quebrado y sus clientes pasaron a las grandes, pero no era el caso de EiDF, al menos así lo ofrecían sus propios números, eso sí, no auditados en profundidad.
LA COMERCIALIZADORA DISPARA LA FACTURACIÓN CON 12.000 CLIENTES MENOS
Según las fuentes consultadas por este medio, los márgenes mostrados por EiDF no se corresponderían con los actuales del mercado. Además, también «choca» que su comercializadora funcione tan bien «cuando tiene 12.000 clientes menos». «Si se han echado a 12.000 clientes es que tienes una deuda, no hay otra», aseguran las mismas fuentes consultadas. Números que siembran dudas sobre el verdadero negocio de EiDF.
La comercializadora de EiDF tiene 12.000 clientes menos, un agujero que se tiene que cubrir con deuda
Sin dar una guía como tal, Romero aseguró que su negocio esquivaba el riesgo, no había cobertura ni tampoco le gustaba la deuda, pero el 25% del negocio provenía de la comercializadora, el mismo peso que tenía generación. El resto de la facturación se obtenía mediante el autoconsumo energético.
«No tenemos deuda», reiteró, pese a que a cierre del primer semestre se debían más de 52 millones de euros. A cierre de septiembre, los ingresos netos alcanzaron los 315 millones de euros, 10,3 veces más respecto al mismo periodo de un año antes, con 30,6 millones; y un Ebitda de 46,86 millones de euros, según un análisis de GPM, «un 156% más respecto a la guía de 2022». No obstante, la subida sería del 56% en todo caso. En comparación con 2021, el Ebitda se habría disparado en un 560%.
«No hacemos otro negocio que no sea para el autoconsumo de pymes», afirmó. A cierre de septiembre, los datos mostraban unas cuotas de mercado imponentes. El 40% del total de España, con entre el 50% y el 60% en el norte, y la proyección de alcanzar el 30% en el sur, como Andalucía, Madrid o Valencia. Todo ello con tan sólo 80 empleados y un total de 300 indirectos para poner en marcha los enormes parques solares, con clientes de la talla de BBVA o el aeropuerto de Menorca, entre otros.
60 TRABAJADORES PARA UN VALOR DE 1.100 M€
Según afirmó, tal era su satisfacción con el negocio que llegó a cobrar en cerveza a Estrella Galicia. Poco después, afirmó que el número de trabajadores era de 60, un 25% menos de la cifra anterior. Con todo lo justificó: «Nos gusta ser delgaditos». Nada mal para una empresa con una valoración de más de 1.100 millones de euros, a razón de más de 18 millones por cabeza. En cuanto al beneficio de 23 millones a cierre de junio, la ganancia media por persona alcanzaría los 380.000 euros.
Para Romero, este sector estaba prácticamente virgen en España desde hacía años. «Partíamos de cero, por lo que estaba justificado registrar crecimientos «de dos y tres dígitos». La mayoría del autoconsumo fotovoltaico se centraba en los hogares, pero no tanto en las pequeñas y medianas empresas. Todo ello, «sin ser especialistas en energía», pero los clientes compraban esta materia prima a EiDF.
Otra de las grandes incógnitas sobre su negocio era el rechazo de la banca a prestar financiación. El negocio de la comercialización de energía se soporta con avales diarios, que hay que mostrar a la hora de comprar la materia prima en el pool. Es la única forma de obtenerla, todo para dar seguridad en el suministro a los clientes e impedir que empresas puedan comprarla sin tener las garantías. Por esta razón y a estos elevados precios de la luz, por encima de los 300 euros por MW, muchas de estas compañías no tenían el músculo suficiente para hacer la adquisición y su posterior venta.
Tal es así, que en una ampliación de capital de 12 millones de euros, EiDF no encontró la financiación entre las entidades financieras. Preguntaron a diez y se llevaron diez portazos. ¿El motivo? Es una total incógnita. La banca consultada por MERCA2 no habla de clientes o posibles clientes ni menos de operaciones financieras no realizadas o hipotéticas.
LA BANCA SE NEGÓ A DAR 12 M€ A EIDF
No obstante, fuentes del mercado consultadas por este medio apuntan varias opciones, entre las que se encuentra la falta de solvencia o un sector de riesgo, como bien podría ser el caso. Aún así, ¿cómo fue posible no hacer la excepción con EiDF, cuya facturación se multiplicó por dieciséis en los primeros seis meses del año? Con todo, la banca se negó; pero Romero encontró esos 12 millones entre 65 particulares, sin revelar nombre propio alguno.
El mar de dudas se abrió pocos minutos después. Romero se negó a dar su ‘guidance‘ para el 2023. El motivo es que si una cotizada ofrece una serie de previsiones, tiene que dar cuentas de las mismas sobre las desviaciones una vez cumplido el plazo. No es obligación ofrecer estas estimaciones, pero tampoco es una información privilegiada como tal. «No me permiten dar cifras, os daría las estimaciones de crecimiento» si no fuera así, aseguró Romero en esta intervención.
Aún así, mostró el espectacular crecimiento de EiDF, al pasar de los 10,49 millones a 197,98 millones, con 40 millones de Ebitda, a cierre de junio de 2022. Las cifras de tercer trimestre sumaban otros 15 millones al Ebitda y más de 200 millones de facturación. Los datos, no obstante, estaban desvirtuados por los altos precios de la luz, pero para Romero, a EiDF no le favorecían estos precios.
EL SECTOR DE LAS RENOVABLES, CON SIGNO MIXTO
La suspensión de cotización de EiDF no ha empañado el debut bursátil de otra de las empresas renovables. Greening se ha disparado un 29% en su primera sesión, hasta los 6,35 euros por acción. En total, la capitalización ha sumado 41 millones de euros, hasta los 184,47 millones.
En lo que va de año, Energy Solar Tech es la compañía renovable de BME Growth con mejor desempeño, un 62% al alza. Sin embargo, se ha desplomado este lunes más de un 12%. Enerside Energy se dispara casi un 34%, mientras que EiDF lo hacía en un exiguo 6,29%. Solarprofit y HolaLuz dan la voz entre los números rojos, con un castigo del 8,79% y del 45,3%, respectivamente. Umbrella, por su parte, fija las tablas en este 2023.