La situación de la sequía genera un ambiente generalizado de preocupación para la economía de todo el país y que compromete gravemente diversos tipos de cultivos, especialmente los de cereal en tierras de secano. No se prevén grandes cambios de tendencia notables en las precipitaciones en los próximos meses, esto provoca que se tomen medidas para paliar los graves e imprevisibles daños producidos por la sequía.
En este momento la cantidad de precipitaciones es inferior a la media, y la Comisión Permanente de Adversidades Climáticas y Medioambientales (COPAC) se encuentra en una tesitura muy delicada ya que ve las grandes pérdidas en el sector agrario, pesquero y medioambiental. La probabilidad de que sea necesario imponer restricciones superiores al 50% de la demanda de riego está próxima al 80% provocando que se tomen una serie de aportaciones para el ‘Plan Sequía’.
La reserva hídrica española de esta semana se encuentra en un 51,2% de su capacidad lo que supone un total de 28.665 hm3 de agua embalsada. Las comunidades más afectadas son Andalucía y Murcia con una capacidad del 29,6% de agua embalsada, muy por debajo de la media. El 14 de abril de 2022 la cantidad de reserva hídrica era de un 45,86% todavía más por debajo y ya había problemas con los agricultores.
Con el informe del último trimestre de 2022 del endeudamiento del Ministerio de agricultura, pesca y alimentación, el crédito total del sector agrario descendió un 2,0% con respecto al trimestre anterior. Y la variación interanual se sitúa en un 1,2%. Con estos datos, el nivel de endeudamiento del sector agrario se sitúa en 21.586 millones de euros que equivale al 77,5% de la renta agraria anual del 2022.
La situación internacional tiene también un importante impacto en las explotaciones españolas. Ucrania es uno de los principales exportadores de trigo, maíz, girasol, harina y aceite de girasol, por lo que la paralización de sus ventas al exterior ha impactado en las cotizaciones internacionales de materias primas destinadas a la alimentación animal.
LA SITUACIÓN SE COMPLICA
«LA SEQUÍA ESTA ASFIXIANDO A UNA GRAN PARTE DEL TERRITORIO NACIONAL»
Javier Fatás, responsable de Agua y Medio Ambiente de COAG (Coordinadora de organización de agricultores y ganaderos).
Se dan prácticamente por perdidas las cosechas de trigos y cebadas en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia entre otras. En los cultivos leñosos, como frutos secos o viñedos de secano, ya se están experimentando problemas en la brotación. En olivar, la situación puede complicarse si en dos semanas no se dan precipitaciones y en viñedos están habiendo muchas carencias
Según los servicios técnicos de COAG, más del 60% a nivel general de agricultores de secano ven que la situación los está ahogando y oprimiendo y necesitan tomar medidas. Javier Fatás, responsable de agua y medioambiente de la organización de agricultores y ganaderos, explica que hay zonas donde ya los cereales están perdidos y no habrá cosecha. Están hablando de Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla La Mancha y de grandes hectáreas en Aragón y Cataluña a día de hoy. El resto de cereal va a depender de la climatología de las próximas dos semanas.
LOS AGRICULTORES EXIGEN SOLUCIONES
Martín Costal, agricultor en Girona, se ha pronunciado sobre este hecho que preocupa al sector. Sus hectáreas de terreno se dividen en mitad secano y mitad regadío. Con la cosecha del secano se encuentra intranquilo, «Estamos a principios de espigado, por regla general la humedad está muy ajustada y si no llueve en los próximos días la cosecha irá mermando». En el área del regadío Martín siempre ha trabajado manzanos y maíz, pero con el panorama actual ha decidido renunciar al maíz para poder usar todo el agua en una cosecha normal de manzanos. Se plantea sembrar girasoles dependiendo del agua que le quede disponible, pero si no le asegura tener una cosecha normal ni agua suficiente no sembrará girasoles.
«Pensamos que hace falta una estrategia a corto, medio y largo plazo contra la sequía»
Sebastián, agricultor en la comarca de Guadalquivir
Actualmente la previsión de dotación hídrica con la que cuenta Sebastián y todos sus compañeros de la comarca del Guadalquivir, es de un 10% respecto a un año normal. Los agricultores de la comarca llevan tres años consecutivos de fuertes restricciones que no les permiten llevar a cabo los cultivos de verano. A día de hoy, todos los cultivos de invierno se encuentran con grandes mermas en la producción debido a la falta de lluvias y a la poca dotación hídrica que han podido tener los regantes durante el período de invierno.
La gran incertidumbre ante la situación que se vive en el sector de la agricultura provoca una gran crisis para los trabajadores. Al no haber precipitaciones la producción va a ser menor porque no van a poder hacer grandes cosechas, esto provocará que los precios de lo poco que se produzca sean elevados. Otra de las grandes preocupaciones es la economía de todos los trabajadores del sector que se verá afecta, si no tienen cosecha no habrá ningún proveedor que compre y eso para los agricultores es un ingreso alto que no obtendrán hasta que se regule o encuentren una solución.