El cuidado del cuerpo y la alimentación ha sido siempre importante a lo largo de la historia.
Sin embargo, hoy en día, con el grado de exposición que tienen las personas a partir de las nuevas vías de comunicación emerge una presión estética que fuerza psicológicamente a las personas a hacer dieta, en busca de un cuerpo ideal.
Esa búsqueda puede provocar trastornos en la conducta alimentaria (TCA), lo cual va de la ingesta excesiva de comida, a prácticamente no consumir alimento alguno. Ese es el momento en el que Juan Uriarte Psicología puede brindar esa atención especializada.
¿Por qué buscar un psicólogo antes que un nutricionista?
Una persona que desea adelgazar o mantener su cuerpo «estéticamente perfecto» generalmente recurre a nutricionistas, los cuales le darán una serie de pasos a seguir, teniendo como foco principal una dieta. El problema surge no a partir de la dieta en sí, sino por el efecto en la salud mental que ejerce las dietas a un 30%-50 % de las personas con sobrepeso. Ese es el punto donde un individuo entra en una espiral de consultas interminables con diferentes nutricionistas, sin percatarse que el problema deriva de un problema psicológico, concretamente de la conducta alimentaria.
En esta situación, lo más recomendable es recurrir a un psicólogo especializado en la materia, como los que dispone Juan Uriarte Psicología. Un psicólogo puede brindar una asistencia especializada según el problema que sea, ya que de esta manera se trata al paciente, no desde la presión estética como en las dietas, sino desde dentro, desde el uso que hace la persona de la comida (Por ejemplo regularse emocionalmente)
Cómo surgen los diferentes tipos de TCA
Existen pequeños pensamientos o indicios que pueden delatar a un usuario que sufre de un trastorno de la conducta alimentaria y, en ciertos casos, va más allá de lo que es la propia alimentación, sino de los mismos hábitos de las personas.
Dentro de lo que una persona come a lo largo del día, los TCA pueden aparecer de diferentes formas, ya sea la privación de ciertos alimentos, miedo a engordar u obsesión con la comida, variaciones de peso fuertes, el rechazo hacia el propio cuerpo, lo cual puede ser indicios de gordofobia que tiene una relación muy importante con otro trastorno asociado a los TCA llamado dismorfia corporal. El hacer deporte es una práctica saludable en sí misma, sin embargo, si se busca que el deporte sea el medio por el cual luego se puedan permitir comer, es una pista de buscar tratamiento. Por eso, no solo es importante lo que se come, también lo es la percepción sobre la comida e incluso del cuerpo.