Las pizzas vendidas por los supermercados representan una fabulosa opción a la hora de preparar una comida rica, rápida, fácil y económica, garantizando nada de complicaciones. Cada uno de los establecimientos se encargan de venderlas en diversas categorías; adema de ellos, las empresas de alimentación en el último tiempo han insertado esta clase de platos en su catálogo respectivo.
Nutricionalmente una pizza preparada no es lo más recomendable para las personas, pero de ninguna forma es causa de preocupación si decides degustar una de estas en determinadas ocasiones.
Se hace imperante seleccionar bien la pizza de supermercado que quieras comprar, para ello la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha diseñado un ranking que expone los tipos de pizzas que no deberías consumir. ¡Presta atención a estas maravillas peligrosas!
33. Pizza de Jamón y Queso Familiar Palacios
Palacios es una marca que tiene el reconocimiento de fabricar una enorme variedad de pizzas de marca blanca que se comercializan en los supermercados, aunque la OCU expone que no todas sus presentaciones pasan los estándares de calidad: “la firma deja lo peor de su catálogo para aquellas pizzas que vende bajo su propia enseña”.
La pizza de supermercado de jamón y queso elaborada por Palacios contiene una infinidad de cosas negativas. Por ejemplo es una presentación que no trae queso, sino que posee un producto que es catalogado en la lista de ingredientes así: «contenido graso realizado con agua, aceite vegetal y de palma y antioxidantes o proteínas de la leche». Se hace impensado destacar a esta pizza como una comida desacertada para tu salud.
Alguno de los otros fenómenos que hay que destacar con propiedad, es que no trae bastante jamón, su cantidad no llega al 10%. Una situación completamente distinta al bacón que viene incorporado en la pizza.