Es normal que de vez en cuando hagamos cosas que sabemos que no son buenas para nosotros, pero que nos proporcionan un momento efímero de placer. Trasnochar, tomar algunas copas de más, fumar, comernos una tableta de chocolate… Hacemos estas cosas conscientes de que pueden suponer una pequeña agresión a nuestro cuerpo y aun así elegimos seguir adelante.
Sin embargo, hay hábitos muy cotidianos y muy normalizados que también son dañinos a largo plazo y ni siquiera lo sospechamos. Hay costumbres aparentemente inofensivas que pueden estar afectando a nuestro cerebro y a nuestra salud mental. Por ejemplo, restarle una sola hora al sueño nocturno puede favorecer la aparición del Alzheimer. Abusar de la comida basura puede derivar en depresión. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más acciones cotidianas dañinas como las que te explicamos a continuación.
7ESTAR SENTADOS TODO EL DÍA
El sedentarismo es otro de los males de nuestra época. En las sociedades modernas es habitual que algunas personas pasen hasta 15 o 16 horas en una silla o en un sillón, algo que, por cómodo que parezca, puede afectar a la salud en general y a las capacidades cognitivas. El cerebro necesita movimiento para realizar un montón de funciones, sobre todo para el pensamiento lógico y deductivo. Por eso las organizaciones de la salud y los expertos no dejan de recomendar a la población que se realice actividad física cada día.