Es normal que de vez en cuando hagamos cosas que sabemos que no son buenas para nosotros, pero que nos proporcionan un momento efímero de placer. Trasnochar, tomar algunas copas de más, fumar, comernos una tableta de chocolate… Hacemos estas cosas conscientes de que pueden suponer una pequeña agresión a nuestro cuerpo y aun así elegimos seguir adelante.
Sin embargo, hay hábitos muy cotidianos y muy normalizados que también son dañinos a largo plazo y ni siquiera lo sospechamos. Hay costumbres aparentemente inofensivas que pueden estar afectando a nuestro cerebro y a nuestra salud mental. Por ejemplo, restarle una sola hora al sueño nocturno puede favorecer la aparición del Alzheimer. Abusar de la comida basura puede derivar en depresión. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más acciones cotidianas dañinas como las que te explicamos a continuación.
5UTILIZAR DEMASIADO LAS PANTALLAS
Hoy día las pantallas forman parte de nuestro día a día, en la mayor parte de los casos, de nuestra jornada laboral. Esto quiere decir que como mínimo pasamos 8 horas delante de una pantalla. Luego regresamos en el autobús revisando el móvil y las redes sociales y llegamos a casa y nos tiramos en el sofá delante de la tele.
¿Te identificas? Pues es una de las peores cosas que podemos hacerle a nuestro cerebro. Pasar mucho tiempo en redes sociales o en Netflix, reduce tanto la materia gris como la materia blanca, que es la que se encarga de las conexiones neuronales, en la zona del lóbulo frontal, que es donde se genera el pensamiento lógico y racional. Además, aumenta el riesgo de ansiedad y depresión.