Es normal que de vez en cuando hagamos cosas que sabemos que no son buenas para nosotros, pero que nos proporcionan un momento efímero de placer. Trasnochar, tomar algunas copas de más, fumar, comernos una tableta de chocolate… Hacemos estas cosas conscientes de que pueden suponer una pequeña agresión a nuestro cuerpo y aun así elegimos seguir adelante.
Sin embargo, hay hábitos muy cotidianos y muy normalizados que también son dañinos a largo plazo y ni siquiera lo sospechamos. Hay costumbres aparentemente inofensivas que pueden estar afectando a nuestro cerebro y a nuestra salud mental. Por ejemplo, restarle una sola hora al sueño nocturno puede favorecer la aparición del Alzheimer. Abusar de la comida basura puede derivar en depresión. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más acciones cotidianas dañinas como las que te explicamos a continuación.
2EXCESO DE NOTICIAS E INFORMACIÓN
Hoy día estamos expuestos a un exceso de información, con una gran cantidad de noticias negativas. Cuando leemos o vemos una de estas noticias, se activa la amígdala, que es la parte del cerebro donde se genera el miedo y la respuesta a las amenazas como la huida o la lucha. La exposición constante a este tipo de noticias nos mantiene en estado de alerta y esto provoca inflamación crónica, que a largo plazo puede derivar en trastornos depresivos y enfermedades neurodegenerativas.