Cometer infracciones es algo bastante habitual, ya que en el día a día podemos saltarnos alguna norma sin pensárnoslo demasiado. Superar la velocidad máxima permitida, usar el móvil de forma indebida, aparcar mal o en una zona prohibida, saltarse algún semáforo, etc. Solo en el año 2021, la Dirección General de Tráfico (DGT) puso 4.793.520 multas a conductores, la gran mayoría (dos de cada tres), por exceso de velocidad. Pero a las sanciones de la DGT hay que añadir las que son competencia de otras administraciones como los ayuntamientos.
7EL AGENTE SE TIENE QUE RATIFICAR
Si nos ponen una multa por hablar por el móvil o no llevar el cinturón, es muy posible que no haya ninguna prueba que lo demuestre, siendo la palabra del agente contra la del presunto infractor. En estos casos se puede solicitar un informe con la ratificación del agente. Puede pasar que el agente haya perdido el expediente o simplemente no pueda facilitar su declaración a tiempo. También puede cambiar su declaración. Así, el conductor podría librarse de la sanción o estirar el tiempo hasta que prescriba.