Cometer infracciones es algo bastante habitual, ya que en el día a día podemos saltarnos alguna norma sin pensárnoslo demasiado. Superar la velocidad máxima permitida, usar el móvil de forma indebida, aparcar mal o en una zona prohibida, saltarse algún semáforo, etc. Solo en el año 2021, la Dirección General de Tráfico (DGT) puso 4.793.520 multas a conductores, la gran mayoría (dos de cada tres), por exceso de velocidad. Pero a las sanciones de la DGT hay que añadir las que son competencia de otras administraciones como los ayuntamientos.
5DOMICILIO INCORRECTO
Puede ocurrir que no nos llegue la sanción a casa, pero que la Agencia Tributaria nos notifique la reclamación de la deuda por no haberla abonado. Esto pasa cuando la Administración remite las multas al domicilio que figura en la DGT, donde está registrado el vehículo. Las autoridades tienen la obligación de comprobar si ese domicilio coincide con el actual del infractor, pero no siempre lo hace. Así que si se llega una reclamación de Hacienda, pero antes de eso no hemos recibido una carta de la Administración, podemos recurrir y de hecho, es posible pedir que se anule.