Un plan sencillo de fin de semana es ir a visitar burros a una granja de Tres Cantos, Madrid, llamada Burrolandia. Se ha convertido en la atracción de moda de padres, niños y no tan niños.
Decenas de personas acuden cada semana a hacerse fotos con los burros, a darles de comer o a mirar cómo interactúan entre ellos. La historia de Burrolandia empezó en 1996 con un par de burros y se fue agrandando conforme Dilfenio Romero, su creador, iba rescatando animales.
Este furor se fue agrandando con el tiempo a medida que llegaban y llegaban burros, y uno de los principales atractivos del lugar es esto, la interacción de las personas con los burros y su vínculo emocional.