Científicos españoles y croatas han descubierto que algunas especies de arañas que viven, se alimentan,se reproducen y se mueven cabeza abajo han modificado su morfología para ahorrar energía.
Estos insectos que viven en posición invertida han desarrollado patas desproporcionadamente largas en comparación con las arañas más habituales. Esto les permite moverse más rápido, con movimientos similares a los de los monos, según ha explicado Jordi Moya-Laraño, uno de los coautores del estudio.
En todo caso, las arañas no son los únicos seres que pasan la mayor parte de su tiempo con la cabeza apuntando al suelo, pues también se ha estudiado como los carboneros se alimentan con la cabeza abajo.