El arroz blanco es uno de los platos más internacionales que existen. Puedes elaborarlo de cientos de formas diferentes, y funciona bien tanto a modo de plato principal como de acompañamiento para carnes y pescados.
Aunque su elaboración parece de lo más sencillo, a la hora de la verdad tenemos que hacer frente al hecho de que nunca nos queda tan bien cómo nos gustaría. Pero eso se ha acabado, vamos a ver un truco para que te quede perfecto.
3Hacer un arroz meloso
Si te gusta el arroz blanco meloso (no pasado), debemos variar un poco la forma de cocinarlo. Empezamos rehogando en una sartén a fuego medio un ajo pelado y picado y una cebolla picada fina.
Luego añadimos agua, sal, una hoja de laurel y, cuando el agua hierva, ponemos el arroz bien repartido. Bajamos el fuego casi al mínimo y dejamos cocer durante unos 18 o 20 minutos sin tocarlo.