La conexión a Internet se ha convertido hace años en algo fundamental en cualquier hogar. Prácticamente no hay casa sin WiFi, incluso en las más humildes. Esta realidad es aún más evidente hoy en día, con el aumento del teletrabajo y el incremento del número de dispositivos conectados por cada rincón de la casa. Los repetidores WiFi son una buena solución para ampliar una red inalámbrica, pero para obtener los mejores resultados hay que tener en cuenta otros factores.
7PARA LOS USUARIOS MÁS EXIGENTES

Y volviendo a lo metódico. Para estos usuarios que quieran ir un paso más allá, pueden buscar en Internet soluciones de ‘software’ que generen mapas de calor WiFi. Se instalan en un ordenador portátil o PC para comprobar la calidad de la señal en varias zonas de la casa y, de esta forma, detectar las zonas donde la conexión es más baja. Otra opción rápida y eficiente.
Cuando se colocan correctamente, los repetidores mejoran el alcance del WiFi residencial a largo plazo y garantizan una cobertura mucho más estable y rápida. Pero incluso estos pueden llegar a sus límites, sobre todo si se quiere cubrir una distancia de varias plantas de altura. Es lo que tiene de inconveniente tener un chalet o casa grande.