Con la llegada de la primavera iremos teniendo más horas de luz hasta la famosa noche de San Juan, la noche más corta. Venimos de unos meses con poca luz y mucho uso de la luz artificial. No dejamos de ser animales diurnos que funcionamos con el mismo reloj biológico y metabólico desde que el hombre es hombre. Sin embargo, con la civilización y la electricidad todo eso se ha ido al garete, viviendo rodeados de luz no natural y alargando nuestros días más allá de la puesta de sol, que es cuando deberíamos dormir, así como despertar con el alba. Veamos en qué influye en nuestra salud.
6LOS LED TAMBIÉN DAÑAN NUESTRA SALUD
Y es que este tipo de luz presenta un espectro lumínico no ideal, una visión no equilibrada de toda la gama de colores, aparte de generar ondas electromagnéticas, lo que dificulta la identificación de los colores e incrementa el estrés en la persona. Aparte de la influencia de estar con luz artificial, lo que significa que estamos activos en horarios que deberíamos de estar ya en penumbra u oscuridad, cuando no ya durmiendo. Esto estimula la adrenalina y anula la emisión de hormonas para el sueño, retrasando la producción de melatonina, lo que trastoca todo el sistema.