En España tenemos la mala costumbre de cenar muy tarde, en comparación con los horarios habituales del resto de Europa. Cenar tarde siempre se había relacionado con un mayor riesgo de obesidad, aunque las causas exactas no se conocían del todo. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard se ha enfocado en analizar y estudiar cuáles son las razones por las que esos horarios tardíos en las comidas influyen en el peso corporal.
Los resultados de este estudio, que se ha publicado en el medio Cell Metabolism, han conseguido demostrar que comer tarde provoca cambios en el tejido adiposo, hace que quememos menos calorías y además incrementa la sensación de hambre. Todo esto incrementa el riesgo de sobrepeso y obesidad.
2LA HORA IMPORTA, Y MUCHO
El segundo grupo tomó su desayuno y su almuerzo cuatro horas más tarde, y cenaron unas dos horas y media antes de acostarse. En las dos pruebas los participantes fueron informando al equipo de sus niveles de apetito y de hambre. También se les controló con varios análisis de sangre a lo largo del día, y se midió el consumo calórico y la temperatura corporal. Además, también se midió hasta qué punto afecta la hora de las ingestas a la manera en la que el cuerpo almacena la grasa. Para ello fueron recolectando diferentes biopsias del tejido adiposo de los participantes en el ensayo.