Dormir bien es una de nuestras grandes preocupaciones, sobre todo porque tenemos un tiempo limitado para el descanso y necesitamos aprovecharlo bien para poder afrontar el día. El ciclo circadiano es nuestro reloj natural, y controla nuestros patrones del sueño. Es lo que regula los cambios fisiológicos que se producen en nuestro cuerpo y cerebro cuando estamos alerta o cuando tenemos sueño.
Así, el cerebro produce una serie de hormonas para estimularnos cuando percibe que hay luz solar. A lo largo del día también se van liberando otros químicos que provocan esos bajones de energía, que es lo que se conoce como depresión posprandial.
2PICOS DE SOMNOLENCIA A LO LARGO DEL DÍA
Según Huberman, debemos anotar este patrón de bajada de energía y a partir de ahí podremos calcular cuál es la hora exacta a la que nos tenemos que acostar. Es interesante apuntarlo durante unos cuantos días consecutivos para identificar el patrón.
Suponiendo que no se haya tomado una comida muy copiosa y se ha dormido bien la noche anterior, la hora más idónea para irse a dormir es entre 6 y 7 horas después del bajón de energía. Por ejemplo, si notamos cansancio sobre las 15h, según la teoría de Guberman, tendríamos que acostarnos entre las 21 y las 22h. Esto es una simple guía, ya que hay que tener en cuenta que cada persona tiene su cronotipo, que no se puede cambiar.