La gran banca, como CaixaBank, Santander, BBVA, Unicaja Banco, Bankinter y Banco Sabadell, descarta remunerar los depósitos, al menos a corto plazo. El contexto actual muestra una gran posición de liquidez y una morosidad muy controlada, aunque ligeramente al alza debido a los altos tipos de interés y la inflación, que se están comiendo los ahorros de hogares y familias. Fuentes financieras consultadas por MERCA2 han señalado que no hay prisa alguna para remunerar los depósitos ni tampoco ven una guerra en el horizonte para captar los ahorros parados de los clientes.
El problema ahora se centra en la deuda pública y en la refinanciación de la privada, cuyos niveles se sitúan cotas no vistas desde 2007
El motivo es que la banca nada en abundante liquidez y las condiciones del mercado no exigen esta remuneración en este componente de la renta fija. Y es que, la lucha por remunerar los depósitos está paralizada desde 2012, cuando el Banco Central Europeo comenzó a profundizar en las medidas de una política monetaria muy laxa, con compras masivas de deuda y una reducción de tipos de interés que dejó la rentabilidad de los depósitos en niveles negativos.
«No creo que hay ningún problema de competencia en el mercado español», ha señalado el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante su intervención en un acto del Colegio General de Economistas. De hecho, la entidad financiera fundada en Cataluña no espera entrar en esta remuneración próximamente, si bien ha destacado que en un escenario con escasez de liquidez, la banca se adaptaría a esos tiempos de forma rápida.
LA BANCA ESQUIVA LOS PROBLEMAS DE 2008 CON EL CONTROL DE RIESGOS
Asimismo, al contrario de lo que sucedió en la crisis de 2008, las entidades financieras están midiendo y mucho los riesgos, concediendo únicamente crédito a quien puede permitírselo y pagarlo. «Lo contrario sería volver a cometer errores del pasado», han indicado fuentes de una de las grandes entidades financieras del Ibex 35.
En este sentido, las mismas fuentes recuerdan la era de los tipos negativos en los depósitos. «La banca tuvo que ofrecer fondos y otros productos garantizados de renta fija para poder cubrir las necesidades de los clientes», si bien, las rentabilidades eran muy bajas en comparación con los productos actuales. Y es que, en menos de un año los tipos de la renta fija se han disparado en el corto plazo, con rentabilidades superiores al 3% en las letras a doce meses en España; y del 5% en la deuda estadounidense a dos años. No obstante, estos intereses son aún muy inferiores al actual nivel de inflación en ambas zonas geográficas.
En caso de que la banca necesite liquidez, las entidades financieras remunerarán los depósitos para captar capital. Hasta entonces y dados los controles de riesgos y costes, así como la optimización en la concesión del crédito, no habrá riesgo de librar esta batalla. Públicamente, hasta ahora, los máximos mandatarios de estas firmas han descartado por completo entrar en una guerra y no hay fecha tampoco para iniciarla.
LOS BANCOS PEQUEÑOS CAPTAN LIQUIDEZ CON REMUNERACIONES
Para Oliu, las entidades financieras se moverán rápidamente si llegara el caso de la desaparición de la liquidez. Al contrario de la gran banca, los banco pequeños, más necesitados de efectivo para realizar préstamos, sí están remunerando los depósitos de forma significativa, pero aún por debajo del interés oficial. Uno de los ejemplos es PiBank, la marca del ecuatoriano Pichincha.
Por otro lado, la banca sí ha entrado en una batalla por captar y vincular a los clientes, una estrategia que se dirige a reducir el número de entidades que utilizan habitualmente los clientes. De esta forma, se ofrecen rentabilidades de hasta el 5% por domiciliar las nóminas y otros recibos con la propia entidad financiera, o bien se remunera una cuantía fija de casi 200 euros por realizar esta operación. Cada entidad ha fijado sus propias condiciones para obtener este rendimiento por el ahorro.
Esta vinculación que trata de atraer la banca se ha acelerado desde las primeras subidas de tipos de interés, una apuesta que se ha incrementado a lo largo de los últimos meses al calor de un endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales.
No se trata de una estrategia para engrosar la base de clientes, sino que el grado de vinculación de éstos sea tal que abandonen al resto de bancos. En años anteriores, los clientes han mantenido cuentas corrientes en varias entidades financieras y éstas ahora tratan de luchar por mantenerlos con estas cuentas remuneradas. CaixaBank, por ejemplo, tiene como objetivo alcanzar los seis millones de nóminas domiciliadas.
EL NUEVO IMPUESTO A LA BANCA, OBJETIVO COMÚN DE SABADELL Y CAIXABANK
Por otro lado, la banca iniciará otra guerra, aunque con un objetivo común: tumbar el nuevo impuesto de solidaridad impuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez tras registrar unos discretos resultados en España durante los últimos años debido a las restricciones impuestas por el covid-19.
Con todo, la banca cotizada en el Ibex 35 ha dado por finiquitada la era de los bajos tipos de interés que tanto daño han hecho en los márgenes de la banca. El problema ahora se centra en la deuda pública y en la refinanciación de la privada, cuyos niveles se sitúan cotas no vistas desde 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. El propio Oliu ha alertado sobre la necesidad de controlar el coste de la deuda emitida por el Tesoro, cuya demanda está a la baja.