Grifols no logra apaciguar al mercado. La compañía ha dado a conocer un récord de ventas, pero ha disparado la deuda un 13%, hasta los 10.200 millones de euros, pese a los esfuerzos hechos para reducirla. La compañía, capitaneada ahora por Thomas Glanzmann tras sustituir por sorpresa a Steven F. Mayer hace apenas menos de una semana, ha dado a conocer sus resultados anuales correspondientes al pasado 2022, con un beneficio de 208 millones, un 10,4% más.
Grifols ha cerrado 2022 cumpliendo sus compromisos, al tiempo que ha tomado medidas difíciles pero necesarias para fortalecer aún más la organización
Con estas cifras, las caídas se han abierto camino en Grifols, con un desplome del 9% en el Ibex 35, hasta los 11,54 euros; y un fuerte recorte cercano al 6% en Wall Street, donde cotizan los títulos de clase B de la compañía. De esta forma, la cotizada catalana reduce sus ganancias anuales a menos de un 3%, aunque se dispara un 42% desde los mínimos de octubre del pasado año.
SIN VENTAS NO HAY DIVIDENDO
Según los analistas consultados por Reuters, los fuertes retrocesos registrados en la jornada de este martes se deben principalmente a las perspectivas dadas por la compañía al estimar una mejora mayor en los márgenes. De hecho, JP Morgan ha considerado que el progreso en la recuperación del margen en el Ebitda será más lento del estimado por el mercado. Grifols apunta a un margen de entre el 21% y el 23%, el mismo que hace apenas un año, contando así los ajustes de plantilla y el mayor volumen de plasma.
El endeudamiento de la compañía se sitúa aún por encima del objetivo de las cuatro veces, en el 7,1, un nivel que prohíbe el reparto de dividendos y que difícilmente se conseguirá el próximo año dadas las proyecciones de la compañía. La sociedad no descartó las ventas como la fórmula a seguir de cara a reducir esta ratio.
GRIFOLS, ENTRE UN POTENCIAL DEL 159% Y UNA BAJADA
Por otro lado, el consenso de Bloomberg señala un precio objetivo de 17,73 euros por acción, un 53,6% respecto a los niveles actuales. Tras conocer estas cuentas, la mayoría de este grupo de expertos ha recomendado «comprar» los títulos de Grifols, con precios objetivos disparados, como Citi que lo sitúa en los 30 euros, un 159% por encima de los precios de cierre de este martes; o los 26,86 euros, un 132% superior, según Mirabaud. No obstante, Deutsche Bank ha aconsejado «mantener», con un precio objetivo de 10 euros.
Por esta razón, la compañía tendría que vender divisiones y Diagnostic encabeza las quinielas tras reducir los ingresos en un 13,8%, hasta los 671,3 millones de euros. La caída se debió a la finalización de las ventas no recurrentes de pruebas moleculares TMA (Amplificación Mediada por Transcripción, por sus siglas en inglés), para la detección del virus SARS-CoV-2, y al cese de la obligatoriedad de realizar las pruebas del virus del Zika, parcialmente compensadas por el crecimiento a doble dígito de las soluciones de tipaje sanguíneo en la mayoría de regiones.
Con todo, AKO Capital ostenta ahora el 1% de Grifols en su apuesta bajista, la mayor posición en el último año y medio.
GRIFOLS DISPARA LOS INGRESOS A NIVELES RÉCORD
Los ingresos totales han registrado un incremento del 22,9% en comparación con 2021, hasta alcanzar un nuevo récord con 6.064 millones de euros, de los que 300 millones corresponden a Biotest. Las proteínas de Biopharma y la fuerte recuperación del suministro de plasma, del 25% tras una brusca caída por las restricciones de la pandemia, son las principales causas de esta facturación. La mitad de estos ingresos, además, provienen de EE UU y Canadá, principales mercados de Grifols.
La compañía con sede en Barcelona espera ahora que el Ebitda se sitúe en los 1.700 millones de euros en 2023, con un margen de entre el 21% y el 23%, con un ritmo de crecimiento de ingresos inferior al registrado en 2022, que se incrementarán entre el 8% y el 10%.
El margen bruto se situó en el 37,6% en 2022, y alcanza el 36,8% incluyendo Biotest, una bajada del 5,5% respecto al reportado en 2021. La caída se debe al peor comportamiento de Biopharma y Diagnostic.
GRIFOLS DISPARA EL COSTE POR LITRO
En este sentido, ha explicado que se debe al elevado coste por litro (CPL) del plasma obtenido durante 2021 y el primer semestre de 2022, debido a la contabilización de los inventarios (aproximadamente 9 meses de desfase), la compensación a los donantes y las presiones inflacionistas sobre los costes laborales. Y por otro lado, por el fin de las pruebas puntuales de la COVID-19 y del cribado del Zika, que impactaron el margen bruto en 210 puntos básicos en 2022 en comparación con el ejercicio anterior.
Actualmente, Grifols está centrada en la expansión de márgenes y en alcanzar los volúmenes de plasma previstos para 2023, reduciendo el coste por litro hasta niveles más sostenibles. En este sentido, la caída de la compensación al donante en un 20% en el cuarto trimestre frente a su máximo de julio impulsó una reducción del CPL del 10% en el mismo periodo. Los otros costes operativos del plasma, que representan cerca del 65% del coste restante total, también disminuyeron, aunque en menor medida, en el actual contexto macroeconómico.
GRIFOLS ASEGURA QUE CUMPLE COMPROMISOS
Pese a esta decepción, los consejeros delegados de Grifols, Victor y Raimon Grifols, han asegurado que «la compañía tiene una base sólida sobre la que construir el futuro». «Grifols ha cerrado 2022 cumpliendo sus compromisos, al tiempo que ha tomado medidas difíciles pero necesarias para fortalecer aún más la organización», han asegurado.
En este sentido, la firma catalana continuará trabajando e innovando «para proporcionar medicamentos que mejoran la vida de los pacientes, e impulsamos un impacto significativo para nuestros grupos de interés». Pocas semanas antes del cambio de presidente, Grifols anunció el despido de 2.300 empleados, cerca del 8,5% de la fuerza laboral, con el fin de ahorrar 400 millones de euros. Mayer renunció por «motivos de salud» y «otros motivos personales».