Los flamenquines son unos bocados muy típicos de Córdoba, que consisten en trozos de jamón serrano enrollados en cintas de lomo de cerdo con huevo y con pimiento. Después este rollo se reboza en pan rallado y finalmente se fríe en aceite vegetal. Sin duda es un plato contundente, fuerte y calórico, pero que merece la pena disfrutar de vez en cuando. El origen del flamenquín es incierto, aunque según las investigaciones de los expertos, fueron los romanos quienes llevaron la costumbre de comer cerdo a esta zona de Andalucía. Después, en la época musulmana se introdujo la técnica de la fritura, y finalmente los cristianos unieron ambas cosas, incorporando la técnica del rebozado, un punto clave para conseguir un resultado mucho más jugoso.
4EL REBOZADO
En un cuenco o un plato hondo batimos los dos huevos. En un plato vertemos la harina y en el otro el pan rallado, como si fuésemos a preparar unas croquetas. Por otro lado ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva, o bien encendemos la freidora. Comenzamos a rebozar los flamenquines pasándolos primero por la harina, después por el huevo y finalmente por el pan rallado. Cuando el aceite esté bien caliente, vamos depositando cada rollo en tandas de 2 o 3 para que no se enfríe.