La medicina cardiovascular está en constante evolución, con permanentes avances en el ámbito diagnóstico y novedades en los tratamientos, lo que la convierte en un área de alta demanda de formación continua para procurar ofrecer la mejor calidad asistencial a los pacientes. En este contexto, la Fundación Jiménez Díaz ha celebrado recientemente su VI Curso de Actualización Cardiovascular para compartir conocimientos y «mantener un foro de puesta al día y debate entre los profesionales de Atención Primaria y los especialistas en Cardiología, propiciando una actuación coordinada entre ambos niveles asistenciales que, aunque físicamente están separados, atienden a los mismos pacientes y procesos», ha explicado el Dr. José Tuñón Fernández, jefe del Servicio de Cardiología del hospital madrileño y co-director de la jornada.
La sexta edición de la cita formativa ha contado con la participación de numerosos profesionales de esta especialidad, tanto de la Fundación Jiménez Díaz como de otros hospitales de referencia de la Comunidad de Madrid, y ha sido todo un éxito de asistencia, con más de 300 profesionales inscritos; además, ha contado con el aval de la Sociedad Castellana de Cardiología.
«Esta jornada es fruto de uno de los objetivos del Plan Estratégico de Continuidad Asistencial del hospital, basado en potenciar la formación continuada, que favorece el trabajo coordinado, compartido y continuado de todos los profesionales que intervienen en la atención de los pacientes», ha señalado por su parte el Dr. Óscar Gómez, director de Continuidad Asistencial de la Fundación Jiménez Díaz y también co-director del curso.
El encuentro ha potenciado el carácter práctico del encuentro, con los temas más novedosos y de mayor actualidad, que están cobrando gran importancia en los últimos meses, como el conocimiento y manejo de la sintomatología de los pacientes que han pasado a una infección por Covid-19 o el seguimiento de aquellos oncológicos que pueden desarrollar cardiotoxicidad.
Prevalencia y riesgo de la patología cardiovascular
Según la Dra. Ana María Pello Lázaro, especialista del Servicio de Cardiología del hospital madrileño y tercera co-directora de la jornada, «la patología cardiovascular es muy prevalente en nuestras consultas de Atención Primaria y Especializada y uno de los motivos más frecuentes de visitas a Urgencias, lo que requiere una identificación rápida y certera de la enfermedad para estratificar el riesgo, ya que hay actuaciones que han demostrado salvar vidas si se llevan a cabo de manera temprana».
Los pacientes derivados a esta especialidad tienen todo tipo de cardiopatías, siendo más comunes los casos de arritmias, que están en constante aumento, junto a otros problemas muy comunes de sistema cardiovascular, como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria o la insuficiencia cardiaca. Dentro de esas patologías, el Dr. Tuñón reconoce que «todo paciente que haya tenido algún problema de tipo angina o infarto de miocardio corre un alto riesgo cardiovascular», pero matiza que «también corren ese riesgo pacientes que presentan otros factores como la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión arterial o hipercolesterolemia». El especialista añade que, «independientemente de la cardiopatía, el riesgo aumenta con la edad, de modo que el control de los denominados factores de riesgo cardiovascular es más importante cuanto mayores somos».
Unidad de Cardiología de la Fundación Jiménez Díaz
En la Fundación Jiménez Díaz, «ofrecemos prácticamente todos los servicios de esta especialidad, ya que disponemos tanto de consulta, como de hospitalización, Unidad Coronaria, de Arritmias, Hemodinámica, de Imagen, Rehabilitación e Investigación», asegura el Dr. Tuñón. En cuanto a los circuitos, el sistema está organizado para que «nuestros compañeros de Atención Primaria nos puedan derivar pacientes a consulta, siempre y cuando no tengan que ser atendidos con inmediatez, casos estos últimos que son remitidos a Urgencias. Además, contamos con las e-consultas, o consultas telemáticas, gracias a las cuales los médicos del primer nivel asistencial pueden hacernos las consultas que deseen sobre cualquier paciente específico».
A lo largo de la jornada, la Dra. Pello destacó el manejo de antiagregación y anticoagulación en los procedimientos quirúrgicos y las terapias puente. Así, explicó que se habla de antiagregación cuando se usan ciertos fármacos con el objetivo de evitar que las plaquetas de la sangre se unan entre sí para formar trombos sanguíneos y añadió que «el término anticoagulación involucra una serie de factores de coagulación y proteínas que interaccionan en reacciones enzimáticas cuyo bloqueo evita la coagulación de la sangre impidiendo la formación de coágulos sanguíneos». Las terapias puente, por su parte, son tratamientos que, de manera puntual, sirven de intermediario entre dos tratamientos definitivos para que se pueda llevar a cabo de manera segura una intervención quirúrgica o procedimiento invasivo.
Principales retos
La Dra. Pello asegura que hay una serie de patologías que pueden ser potencialmente graves y comprometer la vida del paciente, como un infarto agudo de miocardio, arritmias ventriculares o trastornos de conducción avanzados, entre otros. Por ello, uno de los retos más importantes es que todos los profesionales potencialmente implicados en la atención a estos pacientes conozcan bien estas enfermedades y sepan identificarlas en primera instancia, ya que un diagnóstico y tratamiento certeros pueden, literalmente, salvar vidas. El segundo reto es la actualización permanente en habilidades y conocimientos, por los avances tan rápidos en el ámbito cardiovascular, concluyó.