Cuando vas a un supermercado como Mercadona con antojo de cierto producto y te das cuenta de que no está en el estante, es un drama. Cuando le preguntas al distribuidor y te dice que lo sacaron del mercado y que no lo llevarán, eso es más dramático. Drama real. Tienes que aprender a vivir sin él. Nada más. Y eso que Mercadona tiene productos que la han catapultado al trono mundial.