El alimento que frena la caída del pelo y que te quita años de encima

Incluir cierto alimento en tu dieta puede fortalecer tu cabello y evitar que se caiga, además de mejorar su apariencia. Mima tu cabello desde el interior con un alimento que le de vitalidad y belleza a tu cabello. Además de las agresiones externas y los factores genéticos y hormonales, el estrés y la falta de nutrientes esenciales (debido a una dieta desequilibrada) también pueden perjudicar la salud del cabello, provocando la pérdida de grosor, brillo y fuerza del cabello, así como un crecimiento más lento o. incluso una caída. La importancia del alimento y la dieta equilibrada Por ello, una dieta sana, equilibrada y completa puede ser una gran aliada para mantener un cabello sano y bonito. Perdemos de 60 a 100 cabellos al día en un constante proceso de regeneración. Pero para que se regenere correctamente, para estar sano, fuerte y bonito, es necesario ingerir un alimento que contenga los nutrientes que más necesita. Los mejores alimentos para un cabello fuerte son las fuentes de proteínas; vitaminas A, C y B; minerales zinc, selenio, hierro y azufre; y ácidos grasos omega 3. Al consumir este tipo de alimento, definitivamente cuidarás tu cabello, porque podrás frenar la caída y el deterioro del cabello, así que te recomendamos consumir: Zanahorias Este alimento es ricos en betacaroteno o provitamina A, un nutriente que estimula la producción de sebo en el cuero cabelludo y evita que las glándulas sebáceas se resequen. Se encargan de lubricar los folículos pilosos y así ayudar a prevenir la caída del cabello. Te interesan las verduras de color amarillo anaranjado como la calabaza, las bayas de goji, los albaricoques o los melocotones, así como algunas verduras de color verde: la remolacha, la col. Naranjas Resulta un alimento importante, porque las naranjas aportan vitamina C, un micronutriente esencial para la producción de colágeno, una proteína que, junto con la queratina, forma parte del cabello. Su falta frena el crecimiento y provoca su debilidad. Todas las frutas y verduras son fuentes de vitamina C: kiwi, cítricos, fresas, tomate, pimentón. Frutos secos Las nueces son el fruto seco que favorece el crecimiento del pelo, es un alimento que contiene varios minerales, como hierro, zinc, magnesio. Pero aquí nos interesa mucho el selenio, que contiene en particular las nueces de Brasil. El selenio tiene una importante capacidad antioxidante, estimula el sistema inmunitario y participa en el proceso de queratinización del cabello. Cantidades adecuadas de este mineral ayudan a mantener la integridad del folículo piloso y el cabello saludable e incluso protegen el cabello de la radiación UV. Otras fuentes de selenio incluyen cereales integrales, champiñones, mariscos y pescado. Crucíferas El repollo, el brócoli, la coliflor, la col rizada... están cargados de muchos nutrientes, incluido uno que es excelente para el cabello y las uñas: el azufre. También este alimento es rico en cebollas, ajos y puerros. Este mineral es necesario para estimular la producción tanto de queratina como de colágeno, por lo que fortalece el cabello y promueve su elasticidad, ayudando a mantener su integridad y evitando que se dañe y debilite. De hecho, el azufre se encuentra en mayor concentración en el cabello, la piel y las uñas. Los principales síntomas de su deficiencia, aunque muy raros, son cabello y uñas quebradizos y frágiles, así como problemas en las articulaciones. Marisco Los pescados y mariscos son excelentes fuentes de zinc por lo que es un alimento muy necesario . Este mineral esencial es fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, interviene en la regeneración de tejidos y en la síntesis de queratina. Si es deficiente, el crecimiento del cabello se ralentiza y se debilita, y la apariencia obviamente se deteriora. Otras fuentes de zinc incluyen nueces, productos lácteos y legumbres. El germen de trigo también es una buena fuente de este importante nutriente. Huevos Son especialmente interesantes porque contienen biotina, también conocida como B8, B7 o vitamina H. Es un oligoelemento que también es producido por la microbiota intestinal. Participa en el crecimiento celular y la correcta absorción de nutrientes; y es fundamental para la producción de queratina, que es el principal componente de la parte externa del cabello. Otras fuentes de biotina incluyen: carne, productos lácteos, champiñones, pescado, legumbres, cereales integrales y algunas verduras crucíferas. Carnes magras Un lomo, pavo, pollo, lomo o conejo aporta una proteína completa, es decir, contiene todos los aminoácidos esenciales que producen la queratina, que como ya has visto es la principal proteína que compone el cabello. Por esta razón, si se sigue una dieta baja en proteínas, el cabello se vuelve más débil, crece más lento y se vuelve pobre, porque no puede volver a crecer al ritmo normal. También proporcionan hierro de fácil absorción, cuya deficiencia puede causar que el cabello se dañe, se vuelva delgado y suave, e incluso que se caiga. Pescado azul Este tipo de pescado (salmón, caballa, sardinas) es una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega 3. Estas grasas, que también se encuentran en frutos secos y semillas, forman parte de las membranas celulares y son esenciales para el crecimiento, reparación e integridad de la piel, cabello y uñas. Así, previene la sequedad, la fragilidad y la caída del cabello y ayuda a conseguir un cabello brillante, sedoso y sano. También es una fuente de vitamina D, que según algunos estudios favorece el crecimiento de los folículos pilosos. Si su nivel es bajo, la tasa de crecimiento del cabello se verá afectada negativamente. Los huevos, los champiñones, la mantequilla y los productos lácteos enteros también contienen vitamina D. Legumbres Además de proteína, fibra y minerales, los frijoles aportan vitaminas B3 (niacina) y B6 (piridoxina), que estimulan el crecimiento del cabello, fortalecen la fibra capilar y la hacen más resistente a las agresiones diarias, ya que son esenciales, ambas necesarias para la formación proceso del cabello. En general, la falta de vitaminas B puede hacer que nuestra cabeza se vuelva más delgada. La levadura de cerveza es otra buena fuente de estas vitaminas fortificadas, al igual que los cereales integrales, los productos lácteos o los frutos secos.

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