Muchas personas, familias y niños quieren tener un perro como mascota. Sin embargo, antes de adquirir uno (mejor adoptarlo que comprarlo) hay que tener en cuenta que realmente lo cuidaremos bien, tendremos tiempo, espacio y sobre todo saber de razas para dilucidar la más adecuada a nuestra situación. Sin embargo, en muchos casos miramos más el aquí y ahora, el «enamorarse» de un perro sin importar la raza, o al menos sin importar entre las razas más conocidas. Sin duda el referente y la más conocida es el pastor alemán. Es el que más vemos, la elección por defecto y por ello puede parecer el perro perfecto en cualquier situación, pero no lo es. Así que es el momento de saber por qué.
3EL PASTOR ALEMÁN TE PIDE ESPACIO
Es cierto que te dirán que son muy adaptables y no se volverán locos en un piso de ciudad, pero no es lo recomendable si sabemos apreciar lo que necesita cada raza y perro. El pastor alemán en concreto es de los que requiere más espacio y aire libre.
Son perros que derrochan energía y, por tanto, necesitan un compañero que pueda seguirles el ritmo. Para ser plenamente felices deben vivir en una casa con patio o que tenga un jardín donde puedan desfogarse a gusto. Además, precisan de un mínimo de tres largos paseos diarios si son adultos y cinco en el caso de los cachorros.