Aunque recientemente se ha comprobado que el cerebro sigue creando nuevas neuronas y conexiones incluso durante la tercera edad, lo cierto es que el ritmo de vida y la rutina puede hacernos sentir que nuestro cerebro no está tan fresco como antaño. Este órgano es como un músculo que hay que ejercitar con constancia para que se mantenga en buena forma. Además, hay que cuidarlo con una alimentación adecuada, y con hábitos que nos ayuden a evitar o controlar el estrés, que tan mal le sienta a nuestra mente.
9OMEGA 3
Diversos estudios enfatizan la relevancia de los ácidos grasos omega 3 como protectores ante el deterioro cognitivo, el desarrollo del Alzheimer y la demencia en personas mayores. El omega 3 se compone de ácido alfa linolénico (ALA) y ácido docosahexaenoico (DHA) que ofrecen beneficios interesantes en la capacidad de atención y en la memoria. Además, es un gran aliado en la regulación del sistema nervioso y el estado de ánimo.