Estos son los niveles de tensión normales en mayores de 40 años

La hipertensión es un enemigo silencioso que puede causar graves daños sobre nuestra salud. Por eso, conviene conocer cuáles son los niveles de tensión normales en cada etapa de la vida. Y hoy nos vamos a centrar en lo que ocurre a partir de los 40 años. No es cuestión de obsesionarse, pero sí conviene hacer un seguimiento periódico de la tensión arterial. Porque unos malos resultados que se repiten de forma habitual pueden ser síntoma de que está ocurriendo algo en nuestro cuerpo. ¿Qué es la hipertensión? Existe este problema cuando los niveles de presión arteriales están elevados e forma continuada o sostenible. La presión arterial hace referencia a la presión que ejerce el corazón sobre las arterias para que estas lleven la sangre a las diferentes partes del cuerpo. La presión máxima es la que se tiene durante la contracción del corazón, y la mínima la que se experimenta durante la relajación. ¿Por qué hay que asegurarse de que se tienen niveles de tensión normales? Porque la hipertensión supone un importante riesgo para la salud. Implica que el corazón tiene que hacer más fuerza para bombear sangre. En consecuencia, está aumentando su masa para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Si aumenta la masa del corazón, pero no el riego sanguíneo, se puede producir una insuficiencia coronaria y también una angina de pecho. Además, existe más riesgo de que se produzcan arritmias. Más riesgos de la hipertensión Y no solo lo que acabamos de ver. La hipertensión es especialmente preocupante en pacientes que ya han tenido algún problema cardiovascular, porque puede intensificar el daño sufrido. Además, puede propiciar la arterioesclerosis y los fenómenos de trombosis. En los casos más graves puede causar reblandecimiento en las paredes de la aorta y provocar su dilatación dando lugar a un aneurisma, o incluso una rotura que cause la muerte de quien la sufre. Niveles de tensión normales a los 40 años La tensión arterial puede variar de una persona atendiendo a factores como la genética, el sexo y la edad. De hecho, los valores que consideramos normales van cambiando a lo largo del tiempo. No es igual la tensión que consideramos normal en un bebé que la que es saludable en una persona de 60 años. En el rango de los 20 a los 60 años los valores de tensión normales están en 120/80 mmHg. 80 mmHg para la presión diastólica y 120 para la sistólica. El intervalo que tomamos como referencia para saber si los valores son normales en la edad adulta es 90/60 mmHg - 140/90 mmHg. Grados de presión arterial Puede ocurrir que la tensión esté elevada a nivel sistólico, pero no a nivel diastólico, o que ambas estén elevadas. En cualquier caso, ambas deberían estar siempre en niveles considerados normales. Además de la presión arterial normal y el límite que hemos visto antes, dentro de la hipertensión hay varios grados. En la hipertensión de grado 1 la presión sistólica está entre 140 y 159 y la diastólica entre 91 y 99. En la de grado 2 la presión sistólica oscila entre 160 y 179 y la diastólica entre 100 y 109. En la de grado 3 la sistólica está en más de 180 y la diastólica más de 110. Tensión alta y tensión baja Si la tensión de una persona está por debajo de 90/60 mmHg, estamos ante alguien que tiene la tensión baja y puede experimentar episodios como mareos y desmayos. Por el contrario, si los valores están por encima de 140/90 mmHg, estamos ante un caso de hipertensión. Cuando los valores oscilan entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg, se considera una tensión normal alta y conviene hacer un seguimiento de la misma para evitar que pueda acabar desembocando en hipertensión. Causas de una tensión arterial alta Si no hay niveles de tensión normales y la persona es hipertensa, esto puede deberse a varios motivos. Está la condición genética, que puede dar lugar a más posibilidades de sufrir este problema. Pero en muchos casos la hipertensión está relacionada con el estilo de vida de la persona. Si fuma y/o bebe, lleva una vida sedentaria, está sometida a mucho estrés o no se alimenta bien. Algunas enfermedades como la diabetes también pueden ser causa de una hipertensión. Síntomas de que no estamos ante niveles de tensión normales Lo malo de los problemas de tensión es que muchas veces producen efectos que el paciente no vincula directamente con la verdadera causa. De ahí la importancia de acudir al especialista para hacer un control. Algunos de los efectos más habituales de una tensión alta son la aparición de cefaleas y dolor en la nuca, presencia de náuseas, somnolencia, tener motas de sangre en los ojos, padecer episodios de visión doble, notar zumbidos en los oídos, problemas respiratorios y hasta palpitaciones en el pecho. Tratamiento para la hipertensión Además de hacer ajustes en sus hábitos, el paciente hipertenso debe tomar la medicación prescrita por su médico. Es importante intentar tomar las pastillas siempre dentro de un mismo rango horario. Por otro lado, incluso si la presión arterial se normaliza, habrá que seguir tomando la medicación para evitar que vuelva a producirse un episodio de hipertensión. Prevención de la hipertensión Lo mejor para prevenir el problema, y también para tratarlo si ya ha aparecido, es llevar un estilo de vida cardiosaludable. Para ello hay que despedirse para siempre del tabaco y consumir alcohol de la forma más moderada posible. Es importante controlar el peso, reduciendo la ingesta de grasas saturadas y de sal. Además, es importante hacer ejercicio físico de forma regular.

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Tratamiento para la hipertensión

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